Veranear en Extremadura ya resulta más caro que hacerlo en la costa mediterránea y gallega. Según un estudio realizado por EL PERIODICO, los precios medios de los alojamientos rurales superan los de los tradicionales destinos de playa.

De hecho, el alquiler de una casa rural en la provincia de Cáceres oscila entre los 1.980 euros de algunos puntos del norte y el caso extremo de la capital, donde este alojamiento cuesta 9.000 euros. En el caso de Badajoz, las tarifas se quedan en torno a los 1.800 y 2.000 euros. Por tanto, alquilar una casa rural en Extremadura durante este mes supone un desembolso de unos 4.500 euros de media.

Esta cifra contrasta con los 2.200 euros que cuesta un apartamento en primera línea de playa en Benidorm (Alicante), los 3.400 de Benicasim (Castellón) o los 4.300 de Cullera (Valencia). Pero es que el precio de la casa rural de Cáceres está incluso por encima de los 7.200 euros que cuesta una mansión de Sanxenxo (Galicia) durante este mes.

Lo mismo ocurre si el turista opta por un hotel extremeño. Así lo demuestra la horquilla --entre 580 y 1.160 euros-- en la que se sitúan los precios de una semana en hoteles de entre tres y cinco estrellas de la región. Esto significa que pasar un mes en este tipo de establecimientos costaría unos 3.500 euros.

REGION DE MODA A pesar de estos elevados precios, el número de visitantes en alojamientos de turismo rural de Extremadura registró un aumento del 30% en junio, respecto al mismo mes del 2006, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). De hecho, los alojamientos rurales recibieron a 7.348 visitantes, alcanzando las 13.707 pernoctaciones.

Además, durante el primer semestre de este año, los alojamientos rurales han sido visitados por más de 50.500 viajeros, que sumaron 107.974 hospedajes, lo que implica un aumento del 13,6%y del 11,3% respectivamente sobre el 2006. Estas cifras mejorarán previsiblemente este mes, al ser el de mayor ocupación según apuntan los hosteleros extremeños. Así lo confirma, por ejemplo, Ana Campos, hija del propietario de una de las casas rurales de la región, quien asegura que "en los seis años que lleva mi familia regentando la casa rural, el mes de agosto es cuando más turistas tenemos hospedados".

También cabe destacar que el crecimiento del turismo rural en la región supera los datos nacionales del mes de junio, que se sitúan en un 16% de aumento para los viajeros y un 12 % en los alojamientos. Estos datos sumados a la construcción de 28 nuevos espacios rurales, han supuesto la creación de 441 plazas turísticas en este segmento, una de las áreas con mayor crecimiento en los últimos años. De este modo, Extremadura cuenta con un total de 341 casas rurales y 2.750 plazas, de las cuales 274 casas están en la provincia de Cáceres y 64 en la de Badajoz.

Pero este aumento de la oferta turística frena la subida de los beneficios que el incremento de la demanda tendría que haber supuesto para los empresarios del sector. El verano pasado tenía gente llamando para preguntar por ella todo el día y este año me ha costado mucho alquilarla" comenta Bernardo Borrega, dueño de una casa rural en Alcántara y uno de los afectados por el aumento de la competencia en el sector.

Esperanza Izquierdo, técnico de la oficina de turismo de la Mancomunidad del Valle del Jerte, explica que "los empresarios de las casas rurales de la zona, tienen la sensación de que este año viene menos gente a Extremadura, pero es una sensación errónea. Lo que sucede es que ha la oferta de casas ha aumentado más que la demanda, con lo cual, al haber más hospedajes