La inquietud de Turquía crece día a día en la misma medida en que los kurdos se acercan a Kirkuk y Mosul, en el norte de Irak.

Washington se ha comprometido a no permitir que las milicias kurdas conquisten por su cuenta esas dos ricas ciudades petroleras. Pese a ello, el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, advirtió ayer de que su país vigila de cerca el avance de los peshmergas kurdos, apoyados por EEUU, hacia ambas plazas.

AVANCE LENTO

Kurdos y americanos marchan lenta pero incesantemente hacia Kirkuk y Mosul, mientras la aviación aliada bombardea con gran dureza, día tras día, las posiciones iraquís en esas ciudades. Las bombas alcanzaron ayer un arsenal de armas en Mosul, donde 20 oficiales y 50 soldados se rindieron.

Los peshmergas han consolidado sus líneas a 15 kilómetros de Kirkuk y a 30 de Mosul y, según sus fuentes, tienen controladas la casi totalidad de las vías de comunicación con las dos ciudades. Ayer avanzaron cinco kilómetros hacia Mosul y tomaron la pequeña población de Faida tras vencer una débil resistencia iraquí.

El Gobierno turco consideraría un casus belli que las fuerzas kurdas tomaran por su cuenta Kirkuk y Mosul. Ankara cree que la riqueza petrolera de ambas ciudades brindaría a los kurdos iraquís un trampolín para conseguir la independencia.

EN KERBALA

Los tanques de EEUU se pasearon ayer por la calles de Kerbala, a 80 km al suroeste de Bagdad. Después de una batalla de 48 horas, con unos 400 muertos iraquís, los tanques del Segundo Batallón de las 101 División aerotransportada entraron en la ciudad.