La Unión Europea insistió ayer en la necesidad de una cooperación internacional para hacer frente a las "amenazas globales" de la gripe aviar y de una pandemia, que podría derivar de la mutación del virus de esa enfermedad animal.

Los ministros europeos de Asuntos Exteriores, reunidos ayer en Luxemburgo en una sesión de emergencia, reconocieron que la posible pandemia no es un problema del que la UE se pueda proteger de forma aislada, pero insistieron en lanzar un mensaje de calma.

"He enfatizado la necesidad de una cooperación internacional. Es un asunto y una amenaza global, y no podemos protegernos solos, ni únicamente dentro de nuestras fronteras", dijo el comisario europeo de Salud y Protección al Consumidor, Kyprianou.

El responsable de Sanidad de la Comisión abogó además por la "solidaridad internacional" con los países más afectados, en particular los de Asia, para afrontar la gripe aviar y anunció que tiene previsto viajar a la región el mes próximo.

La comisión, explicó Kyprianou, participará entre el 7 y el 9 de noviembre en Ginebra en la conferencia convocada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), en la que se analizarán los sistemas de vigilancia para observar la evolución de la eventual pandemia y el grado de preparación internacional.

Kyprianou explicó que "existe la posibilidad" de que la gripe aviar aparezca también en países del área Mediterránea, en referencia al norte de Africa, un punto que se tratará en Ginebra.

Durante la reunión de ayer, Francia advirtió del peligro de que la gripe aviar llegue a países de Africa y se transforme allí en un virus pandémico, lo que agravaría la situación, dada la falta de medios y de preparación en la zona, indicaron fuentes diplomáticas españolas.

Por el momento, se ha confirmado la presencia de gripe aviar en su variante del virus H5N1, la cepa más mortífera, en Turquía y Rumanía y se están realizando exámenes para determinar si el caso detectado en la isla griega de Inusa corresponde a la misma categoría.

"Es lógico que la gente se preocupe, pero hay que serenar los

ánimos", afirmó el ministro español de Asuntos Exteriores, Miguel Angel Moratinos, quien insistió en que "se están tomando las medidas suficientes".