Con más de cuatro millones de parados, 106.300 en Extremadura (el 20,7% de la población), y con el desempleo como la mayor preocupación del 76,4% de los españoles, la celebración del Día del Trabajo retomó ayer su carácter más reivindicativo. Así se reflejó en los discursos de los representantes de los principales sindicatos en la región, el secretario regional de CCOO, Julián Carretero, y su homólogo en UGT, Francisco Capilla, clamaron por el mantenimiento de las prestaciones sociales y por el cambio del modelo productivo y cargaron contra quienes proponen la flexibilización del mercado laboral como receta contra la crisis.

Miles de personas --4.000 según fuentes sindicales-- se manifestaron en Mérida para conmemorar el Día del Trabajo bajo el lema Frente a la crisis: empleo, inversión pública y protección social . Estas fueron las consignas más repetidas por los dos líderes sindicales, que recordaron una vez más que no son los trabajadores los que han provocado la actual crisis económica y, por tanto, no deben ser los que más sufran sus consecuencias.

De hecho y aunque se mostró contrario a una huelga general, Capilla advirtió que se presenta un "otoño muy caliente" si no se cierra el debate sobre las posibles "regresiones" del mercado laboral, en alusión a la petición de la patronal de flexibilizar los despidos. Tras volver, como ya ha hecho otras veces, a definir la crisis como "una enfermedad" generada por "un virus introducido entre cuatro", rechazó que se pretenda "cargarla sobre las espaldas de los trabajadores" y afirmó que no van a dar "ni un paso atrás" y que impedirán cualquier intento de restar derechos a los trabajadores.

SIN REMEDIO Continuando con su símil, Capilla reconoció que aún no hay remedio para la crisis, pero argumentó que por ello los sindicatos trabajan para "paliar" sus efectos y expresó la intención de UGT de solicitar al Gobierno que mantenga y amplíe sus planes de inversión pública en el 2010. Además, abogó por el cambio de modelo productivo y se puso a disposición de la Junta para trabajar en esa línea, respaldando proyectos como la refinería de Tierra de Barros.

También Carretero recurrió a las metáforas para pedir a "quienes gobiernan y legislan" que escuchen "la voz de los trabajadores y trabajadoras", proclamada ayer, frente a los "cantos de sirena" de los que ofrecen los recortes sociales como "recetario" contra la crisis. Para el líder de CCOO, es necesario que el Gobierno "dé un giro", si bien le garantizó el apoyo sindical "si sigue por la vía de la inversión pública para extender la protección social" y apuesta por el cambio del modelo productivo.

Sin embargo, Carretero no dudó en mostrarse crítico con algunas de las medidas del Ejecutivo de Zapatero, como la devolución de "los famosos 400 euros" o el cheque bebé que, a su juicio, no benefician a los trabajadores. Además, lanzó una advertencia para quienes pretenden ante posibles recortes de prestaciones sociales: "Si alguien nos quiere encontrar, ya sabe por qué camino tiene que ir" comentó poco antes del cierre del acto, con los acordes de la tradicional Internacional.