Es, o parece, o simula, o se le antoja a todo el mundo un caso muy parecido, casi calcado, clonado, al de Jenson Button, que, el año pasado, superando los 29 años y disputados ya más de 170 grandes premios, tuvo la suerte de que alguien pusiese en su manos el mejor monoplaza jamás construido, un Honda llamado Brawn F-1. Y Button, como le ha ocurrido esta temporada a Mark Webber, australiano, de 34 años, decidió aprovechar esa oportunidad y, en plan hormiguita, ha llegado donde ha llegado, a disputarle hoy el título mundial a Fernando Alonso después de lograr cinco poles positions y sumar cuatro victorias (España, Montecarlo, Gran Bretaña y Hungría).

La suerte de Button y el desencanto de Webber es que el año pasado Alonso no tenía un coche ganador y este año, sí, y que, el año pasado, Button era el hombre fuerte de Brawn y este año el elegido por Red Bull ha sido Sebastian Vettel ¿hasta hoy?, eso nadie lo sabe.

Y es que todo el paddock reconoce, empezando por sus compañeros de parrilla que lo que ha hecho Webber, en contra de su equipo, tiene mucho mérito. Jamás ha bajado la guardia y ahí está, a ocho puntos de Alonso. Webber sabe que el próximo título mundial de un Red Bull, si llega, será para Vettel. No solo lo sabe, lo ha experimentado en sus carnes este año.

Grandes premios: 156. ´Poles´: 6. Victorias: 6. Podios: 20. Títulos: 0.