Dos sábados de julio la Central Hortofrutícola Natur Crex, ubicada en Valdivia y dedicada a la preparación y venta de los entre 25 y 30 millones de fruta que cada campaña produce la Cooperativa de Regantes Extremeños (Crex), ha cerrado. Algo impensable otros años, según su directora de Calidad, Antonia Casillas, que explica que la reducción de pedidos está provocando la de las jornadas laborales de los hasta 700 empleados que un pico de la campaña puede alcanzar la planta.

Así lo constatan los trabajadores de la planta, como Alfonso Vicioso, uno de los encargados de nave, o Silvia Sánchez, técnico de control de la producción. Ambos recuerdan que la disminución de la jornada va pareja a la del sueldo, al tratarse de un trabajo en el que se cobra por horas. Una situación especialmente preocupante, apostilla Silvia: "en un momento en el que muchas familias dependen económicamente solo de esto, porque parte de sus miembros se han quedado en paro".

El transporte es otra de las áreas en las que la crisis se está dejando notar con especial virulencia. Tanto es así que la responsable de Logística de Natur Crex, Lourdes Daza, ha recibido llamadas de empresas que casi le rogaban algún contrato. Y es que de los 20 y 25 camiones diarios que en anteriores campañas se cargaban en los días buenos, se ha pasado a una decena en esta. "Y el otro día solo sacamos uno", apunta.

También cuesta más, continúa Lourdes, montar los grupajes de zona (camiones montados entre varias centrales), "porque es muy difícil conseguir los suficientes pedidos", detalla. Ante esta situación, baja la actividad en la planta, los empleados trabajan (y, por tanto, cobran) menos horas) y se empieza a temer que los despidos comiencen antes de lo previsto. Si el panorama no cambia, alertan en Natur Crex, gran parte de la fruta extremeña puede quedarse este verano en el campo.