Una de cada seis interrupciones voluntarias del embarazo (IVE) registradas en la región se practican en jóvenes menores de veinte años. Según los datos que esta misma semana ha hecho públicos el Ministerio de Sanidad, el año pasado se contabilizaron 243 intervenciones de este tipo en mujeres residentes en Extremadura que no superaban esta edad, lo que supone un 17,6% del total de abortos practicados, que fue de 1.373.

La proporción se sitúa cinco puntos por encima de la media española, que es del 12,5%. "La gente tiene relaciones sexuales en edades muy tempranas, pero educación sexual cero y tampoco se emplean métodos anticonceptivos. Tenemos todos los ingredientes para tener embarazos no planificados y, por tanto, más abortos. Porque el 80% de los embarazos en adolescentes terminan en un aborto", explica Azucena Llopis, médico del centro de planificación familiar de Mérida.

En el 2009 la cifra de interrupciones voluntarias del embarazo realizadas en mujeres residentes en la región se mantuvo estable. Así, aunque en términos absolutos se contabilizó un tenue descenso (en el 2008 fueron 1.383), si lo que se toma como referencia es la tasa por mil mujeres de entre 15 y 44 años la tendencia fue de ligero ascenso (de 6,11 a 6,13). La evolución fue diferente en el conjunto del país, donde la cifra cayó por primera vez desde 1999, cuando comienza la serie de registros comparables de Sanidad. Lo hizo en un 3,7%, pasándose de 115.812 a 111.482 abortos. En cualquier caso, la tasa extremeña se mantiene entre las más bajas del país (la cuarta por la cola), muy por debajo de la media nacional, que es de 11,41.

SIGUE LA MISMA TENDENCIA Miguel Montejo, ginecólogo y gerente de la clínica Guadiana-Los Arcos, el único centro autorizado en la región para practicar interrupciones voluntarias del embarazo, indica que los datos que ya se tienen del 2010 confirman que en la región el número de abortos se mantiene estable, mientras que a nivel nacional la baja va acentuándose y es ya "de en torno al 9%".

Montejo explica que este diferente comportamiento puede deberse en buena medida a la menor presencia en la región de población inmigrante, que es la que a nivel nacional ha concentrado la mayor parte de la caída. Sobre un descenso total de 4.330 abortos en España, 3.768 (un 87%) correspondieron a este colectivo, que a pesar de todo sigue representando más de un 40% de las IVE. En Extremadura, en cambio, la proporción de extranjeras se reduce a menos del 16% (las mujeres portuguesas que acuden a la región quedan fuera de este apartado al no ser residentes).

En el informe de Sanidad también se vincula la disminución de las intervenciones con otras medidas como las diferentes actuaciones de educación sexual que se han puesto en marcha o con la "libre dispensación de la píldora poscoital", que se implantó en septiembre del 2009. En relación a esta última, la ministra de Sanidad, Leire Pajín, afirmó a inicios de semana que ha sido "una medida tremendamente eficaz", por lo que el Gobierno seguirá adelante con ella. "Parece que vamos por el buen camino, que es importante hacer prevención y educación sexual, que es útil que hagamos accesibles los anticonceptivos", dijo la ministra.

Estas palabras fueron criticadas desde la Asociación de Clínicas Acreditadas para la Interrupción Voluntaria del Embarazo (Acai), que en un comunicado aseguró que rayaban "la imprudencia" al atribuir a la anticoncepción de emergencia "una capacidad preventiva frente al embarazo no deseado que no es real", al tiempo que fomentaban "el uso de la píldora poscoital frente a la contracepción segura, cuyo índice de fracaso anticonceptivo es testimonial".

Acai recordó que la píldora solo estuvo a la venta sin receta durante tres meses, y achacó la disminución en las interrupciones a la crisis económica y al "considerable" descenso de mujeres inmigrantes que han llegado a España. En este sentido, también aludió a la existencia de estudios que señalan que las inmigrantes que ya llevan al menos tres años en el país "han asimilado el método contraceptivo, por lo que la incidencia de embarazos no deseados en este colectivo y, por tanto, de abortos, disminuye".

Conforme a las estadísticas de Sanidad, el perfil más habitual de las mujeres que se someten a interrupciones voluntarias del embarazo en Extremadura es el de