Las organizaciones profesionales agrarias han reiterado este verano que la ola de calor reducirá significativamente la cosecha de tomate y provocará pérdidas de 33 millones de euros a los productores extremeños. UPA-UCE aseguraba a finales de agosto que la producción final sería de 1.200 millones de kilos, cuando la previsión inicial era de 1.600 millones.

Asaja también asegura que la merma de ingresos para el sector supera los 31 millones de euros este verano. Pero los que verdaderamente producen el tomate --las OPFH-- aportan de la cifra de 1.300 millones de kilos cosechados sobre los 1.509 pactados con la industria. La Junta ha relativizado los efectos del calor.