El transporte de viajeros por ferrocarril ha aumentado en los últimos meses en España hasta superar en septiembre los 46 millones de usuarios, lo que supone un incremento de casi el 1% con respecto al mismo mes del año pasado. Por el contrario, ha descendido el número de viajeros de transporte marítimo y de autobuses, mientras que aumenta el uso del transporte aéreo.

Esta tendencia es diferente a la que se registra en la región, donde el uso del ferrocarril ha descendido de manera sostenida a lo largo de los últimos años. Según los sindicatos y los propios usuarios el problema es que el tren extremeño no ofrece calidad ni en sus servicios ni en sus horarios, a lo que recientemente hay que sumar la supresión del talgo directo a Barcelona, precisamente el servicio que alcanzaba unos mayores niveles de ocupación.