Un guantazo o un tsunami. Son calificativos empleados ayer por dirigentes del PP de Extremadura como Francisco Javier Fragoso o Fernando Manzano para calificar el batacazo en las urnas sufrido el pasado domingo. Hasta 72.000 votos se han dejado los populares por el camino, lo que pone de manifiesto una debacle sin paliativos, más en Badajoz (42.500 votos menos) que en Cáceres (29.000 votos menos), echando por la borda los 50.000 votos arrebatados al PSOE hace 4 años y cayendo a registros por debajo de los cosechados en 2007 cuando el PSOE ganó por mayoría absoluta precisamente con Guillermo Fernández Vara como candidato.

El PP reconoció la derrota desde la noche del mismo domingo y dijo que dejaría pasar al PSOE al haber sido la lista más votada. Los socialistas se quedaron a 3 escaños de la mayoría absoluta (obtuvo 30 diputados), lo que daba a entender posibles pactos con Podemos (6 escaños). Pero su secretario general, Fernando Manzano, incidió ayer en que el PP se mantiene "coherente" en su "tesis" y avanzó que su formación (que va a contar con 28 escaños) se abstendrá en la investidura del líder del PSOE como presidente, decisión sobre la que "no tiene ningún tipo de opinión Génova", enfatizó.

Fernando Manzano avanzó que ayer tarde estaba previsto celebrar en Madrid una reunión del Comité Ejecutivo Nacional y en ella José Antonio Monago iba a proponer un pacto nacional con el PSOE consistente en facilitar la investidura de la candidatura que tenga más escaños en todas y cada una de las comunidades autónomas españolas. El acuerdo permitiría a los populares seguir gobernando en las comunidades donde se mantiene como primera fuerza aunque ha perdido la mayoría absoluta: Castilla-La Mancha, Comunidad Valenciana, Baleares, Madrid, Aragón, La Rioja, Castilla y León, Murcia y Cantabria.

PODEMOS Y CIUDADANOS Podemos (6 escaños) y Ciudadanos (1 escaño) no revelan sus cartas por el momento, si bien la abstención del PP les permite ver rebajado el grado de presión sobre las dos formaciones, aunque particularmente sobre la primera. Su líder regional, Alvaro Jaén, que ocupará escaño en el Parlamento, declaró ayer que deben estudiar todavía qué harán ante la posible investidura del socialista Guillermo Fernández Vara. En declaraciones a Efe, explicó que es aún muy pronto para fijar la postura, ya que deben "hablar con la gente, con el consejo de ciudadanos, con los órganos y con los diputados", aunque "no va a haber sorpresas porque hemos sido muy claros". Se trata, subrayó, de una decisión que "hay que madurar para no cometer errores".

Desde Ciudadanos, cuyo voto no resulta trascendental para la investidura, su presidenta regional, Victoria Domínguez apuntó que su posición en la posible investidura de Fernández Vara será abordada en el Comité Nacional de Pactos de su partido, que se reúne hoy martes. En declaraciones a Efe, Domínguez, diputada regional electa por Cáceres, señaló que de momento no tiene "nada decidido en este sentido". "Tenemos que esperar, ya que en varios ayuntamientos extremeños nos van a necesitar o podemos que nos necesiten o que haya algún posible pacto de gobierno o de estabilidad y por eso hay que esperar a que se reúna el Comité Nacional de Pactos", indicó.

SALVAN LOS MUEBLES Los socialistas, por su parte, han salvado los muebles. Después de 4 años en la oposición, su candidato volverá a ser presidente de la Junta de Extremadura. El PSOE también ha perdido votos con respecto a 2011, 25.103 en concreto, si bien su rebaja porcentual con respecto a 2011 ha sido de 2 puntos frente a los más de 9 que ha perdido el PP.

Los socialistas han conseguido mantener el tipo en la provincia de Badajoz, perdiendo sólo un punto y cosechando 18 escaños, frente a los populares que se dejan en la gatera casi 9 puntos y alcanzan los 15 escaños. En Cáceres, por su parte, casi empataron ambas formaciones, si bien ganó el PP por apenas 328 votos, lo

que se tradujo en 13 escaños para el PP y 12 para el PSOE.

Los socialistas no mostraron ayer su estrategia cara a la investidura. Fuentes del partido indican que se presupone un gobierno en minoría sin plantear pacto de gobernabilidad alguno con otras fuerzas políticas. Aún así, señalan que habrá conversaciones con el resto de formaciones con representación parlamentaria, en especial con Podemos con quien puede haber un mayor grado de coincidencia ideológica.

Podemos no ha mostrado, por el momento, su deseo de ocupar cargos institucionales, por lo que la legislatura se adelanta fraguada en el pacto puntual del PSOE con ésta o el resto de formaciones buscando una mayoría holgada en el Parlamento que le permita sacar adelante sus políticas.