Sin sorpresas y con un solo voto en blanco, Guillermo Fernández Vara fue proclamado ayer secretario general del PSOE de Extremadura, en el décimo congreso regional que este partido celebra en la comunidad. El presidente de la Junta sucede así a Juan Carlos Rodríguez Ibarra, que ha ocupado este cargo desde su creación, en 1988, y liderado a los socialistas extremeños desde la Transición. Vara logró el apoyo unánime del partido, al resultar elegida su candidatura (la única que se había presentado) por el 99,73% de los 373 delegados que ayer emitieron su voto --había diez más acreditados para asistir al evento--, con la única excepción de uno en blanco.

El presidente extremeño afronta así el reto de relevar a Ibarra al frente del PSOE en la región, tras haber hecho lo propio con la Junta de Extremadura. Tras ser proclamado, Vara subió al escenario del Palacio de Congresos de Badajoz --que acoge hasta hoy el foro socialista--, y escenificó con ambas manos el símbolo de la victoria que, tras su holgado triunfo en las elecciones autonómicas de mayo del año pasado, casi puede considerarse clásico en él. Como ya hizo cuando los socialistas extremeños refrendaron su candidatura al Gobierno regional, lo primero que hizo fue asegurarles que no se van a arrepentir, "pero no por confianza en mí", matizó, "sino porque tengo muchísima confianza en nosotros".

En cuanto a sus nuevas propuestas, Vara anunció --haciéndose eco de lo acordado por la delegación comarcal de Olivenza-- la creación de un nuevo órgano, el Consejo Político de Coordinación, destinado a planificar la acción conjunta del partido en toda la región, sobre todo en los organismos públicos que tienen a su cargo. Además, adelantó la creación de una nueva secretaría dentro de la Comisión Ejecutiva Regional, la de Mancomunidades y Desarrollo Rural, en base a su preocupación por los pueblos. En todo caso, el nuevo secretario general del PSOE garantizó que los cambios que propone --a los que se refirió como "apuntalar algunas cosas"-- están relacionados con el funcionamiento y no con los valores.

En el ámbito más personal, Vara mencionó la presencia de su esposa y su hija en el acto, como muestra de la importancia que tiene para él este nuevo nombramiento, y dedicó una promesa a su predecesor en el cargo: "Voy a hacer todo lo posible porque te sientas orgulloso de mí siempre".

Ibarra, por su parte, se despidió de la secretaría general con el apoyo unánime de las 34 delegaciones comarcales del PSOE extremeño a su gestión en los últimos cuatro años. A lo largo de hoy, los socialistas debatirán la ponencia marco y eligirán a la nueva Comisión Ejecutiva Regional.