El estudio elaborado por el sindicato Acaip permite, entre otras cosas, dibujar el perfil tipo del preso que permanece interno en las cárceles extremeñas. Se trata de un hombre español de entre 31 y 40 años, reincidente, con una condena firme de menos de tres años y con algún problema relacionado con el mundo de las drogas.

Por lo que se refiere a las condenas que cumplen, la más habitual es la inferior a los tres años, aunque también hay reos con sentencias de más de 15 años (53 personas) y de entre 8 y 15 años (119). En el caso de las edades, destaca que hay 12 de más de 60 años (casi todos en Cáceres) y otros 20 de entre 18 y 20 años.

Mucha reincidencia

Uno de los datos más preocupante es el que indica que el 71,5% de los penados son reincidentes, un porcentaje que se eleva hasta el 76,67% si se analiza el centro penitenciario de Badajoz. Según los sindicatos esto demuestra que el sistema está fallando porque no sirve como cauce de rehabilitación prácticamente nunca.

Y es que la mayoría de los talleres que teóricamente deberían estar funcionando en las cárceles no están operativos, habitualmente por falta de personal especializado. Ahora están a la espera de que los nuevos directores, nombrados tras las elecciones del pasado 14 de marzo, impulsen este aspecto y reabran algunos de ellos, algo que, además de para rehabilitar, también reduce sensiblemente la conflictividad.