Diez minutos bastaron ayer para que el portavoz del PNV, Joseba Egibar, se convirtiera en el nuevo alcalde de Lizartza (Guipúzcoa) después de que los siete ediles de PNV-EA votaran en blanco. Vecinos de este municipio (uno de los 12 en los que los votos nulos han superado a cualquier otra candidatura) tildaron de "ladrón", "corrupto", "enemigo" y "chorizo".