Existe satisfacción dentro del sector de la automoción porque el plan de ayudas a la compra de automóviles aprobado por el Gobierno hace dos meses ha devuelto la actividad a los concesionarios extremeños. Tras meses de estancamiento de la demanda y con cientos de vehículos acumulados en las campas, la demanda se ha recuperado y solo en los 15 primeros días de este mes el número de operaciones realizadas han subido un 30% respecto al mismo periodo del año pasado.

Según los datos que maneja el Instituto de Estudios de la Automoción, entre el 1 y el 15 de julio se han vendido en Extremadura 749 vehículos. La cifra, que puede resultar escasa vista desde fuera, supone un 28% más que hace un año. Unicamente en Navarra, donde el Gobierno autonómico puso en marcha un plan propio de ayudas directas, y en las Islas Baleares, una de las regiones con más empresas dedicadas al alquiler de coches, se han experimentado crecimientos superiores a los de la región --con subidas del 62% y el 32% respectivamente--.

"Hay varios factores que explican esta situación. La crisis está afectando con menor intensidad a Extremadura que a otras comunidades autónomas donde hay mayor peso de la industria y la construcción y, por tanto, el problema del paro es mayor", apunta Miguel Sevilla, gerente de Divasia, concesionario oficial de Kía en Cáceres. Pero sobre todo, como él mismo explica y corroboran compañeros del sector, "porque Extremadura tiene un parque muy grande de vehículos viejos".

En este sentido, hay que recordar que las ayudas del denominado Plan 2000E exigen que el comprador dé de baja definitiva un vehículo de una antigüedad mínima de 10 años o que haya superado los 250.0000 kilómetros. "Como ocurre con los planes Renove, Andalucía y Extremadura son los territorios donde este tipo de medidas suele tener mayor éxito", agrega Javier Luengo, director comercial del grupo Convesa, empresa con varios concesionarios de la marca Honda en la región.

Las estadísticas de los organismos oficiales están avaladas por los propios establecimientos. "Tanto las visitas como las operaciones cerradas han aumentado en torno a un 30% en estos dos meses", confirma Luengo. De hecho, el Instituto de la Automoción también estima en un 31% el incremento de ventas al cierre de junio, al menos en lo que se refiere a la provincia de Cáceres, porque en la de Badajoz han sido algo inferiores.

Para Juan Antonio Sánchez Torres, presidente de la Asociación Nacional de Vendedores de Vehículos a Motor, las ayudas "han supuesto un incentivo económico alentador para los usuarios, reactivando la mentalidad de que también ahora se pueden comprar coches".

MESES FAVORABLES Tampoco hay que olvidar que junio y julio, junto a diciembre, son los meses de mayor demanda en el sector. "Y los fabricantes han apostado fuertemente por estos meses, con importantes esfuerzos en publicidad y grandes descuentos complementarios al Plan 2000E", advierte Pedro Marín, director comercial del Grupo Marcesa, que también tiene varios concesionarios en la comunidad autónoma.

Según estas empresas, la mayor parte de las operaciones son ventas a particulares y las preferencias de los clientes se centran en vehículos pequeños y medianos. El motivo, en este caso, es sencillo: para poder acogerse a la ayuda, el vehículo a comprar no puede tener unas emisiones de CO2 superiores a los 150 gramos por kilómetro, ni un precio superior a los 30.000 euros, por lo que la cilindrada no puede ser excesivamente alta. "Los clientes lo tienen muy claro y saben lo que vienen buscando: el 80% de las compras son con el Plan 2000E", apuntala Javier Luengo.