La ministra de Vivienda aseguró ayer que la venta de viviendas presenta "signos de moderación", ya que en el año 2006 se terminaron 597.632 viviendas libres en todo el país, mientras que se vendieron 410.192, lo que significa, según advirtió Trujillo, que "se venden menos viviendas de las que se terminan".

En el cuarto trimestre se vendieron un total de 248.258 viviendas, frente a las 247.405 transaccionadas que se realizaron en el mismo trimestre del año anterior, lo que supone un incremento de sólo un 0,4 por ciento. El 45 por ciento de estas viviendas fueron nuevas y el 54 por ciento usadas, por lo que, añadió la ministra, "se compran y venden más viviendas usadas que nuevas".

Los residentes españoles compraron el 87 por ciento de las viviendas (lo que supone un total de 216.937) durante en el cuarto trimestre del pasado año. Por su parte, los extranjeros adquirieron en el mismo periodo el 10 por ciento (26.455) y los no residentes el 1,4 por ciento (3.495). En este sentido, los residentes extranjeros, en términos porcentuales, compraron las mismas viviendas que en el trimestre anterior, mientras que los no residentes adquirieron menos viviendas.

La ministra de Vivienda también precisó que entre los años 2003 y 2005, coincidiendo con el Gobierno del Partido Popular, los tipos de interés rondaban el 2 por ciento, mientras que los incrementos de los precios estaban por encima de los dos dígitos. Sin embargo, insistió Trujillo, el precio de las viviendas se ha ido desacelerando desde el año 2005 en un contexto de subida de tipos de interés, que los ha situado en el 3,7 por ciento. Según dijo, es un hecho que puede parecer "paradójico" pero que al mismo tiempo "es una realidad".