La Asamblea aprobó ayer con los votos socialistas la Ley de Convivencia y Ocio, conocida como ley antibotellón , y que, entre otras cuestiones, prohíbe de manera taxativa consumir bebidas alcohólicas en la calle y en cualquier otra zona pública, bajo multa de entre 300 y 30.000 euros. La oposición votó en contra de la norma al ver cómo el grupo mayoritario rechazaba la práctica totalidad de las 96 enmiendas presentadas al texto, ya que sólo se aceptó una, de carácter técnico, que introdujo Izquierda Unida.

En su defensa del texto propuesto, el diputado socialista David Romero aseguró que la norma busca un consumo responsable de alcohol y compatibilizar el ocio juvenil con el derecho al descanso, con lo que se promociona la convivencia.

El diputado del Partido Popular, Manuel Jesús Morán, volvió a criticar, como ya hiciese en la discusión de las enmiendas a la totalidad, que la Junta no asumiese compromiso presupuestario alguno para el desarrollo de la norma y cuestionó la escasez de medidas para prevenir el consumo de alcohol por menores.

Asimismo, Morán aseguró que el Ejecutivo regional pretende cargar la responsabilidad del desarrollo y cumplimiento de esta normativa en los ayuntamientos, a los que se encarga la misión de delimitar las zonas públicas donde se autoriza el botellón y la labor de velar porque no se vulneren las disposiciones.

El representante del grupo popular recordó que ya existen leyes regionales, como la de protección y atención al menor, que data de 1994, que recogen aspectos similares a los de la Ley de Convivencia y Ocio, y que la Junta ha sido incapaz de ejecutar, "porque los menores siguen estando al pairo".

"LEY SECA", SEGUN IU

A su juicio, el problema de fondo es el mal enfoque inicial de la norma, porque en vez de pretender ordenar la utilización del ocio por parte de los jóvenes, en lo que se debería incidir es en la disminución del consumo de alcohol, y orientar hacia este objetivo las acciones preventivas.

Desde IU, la diputada Teresa Rejas no dudó en señalar que el texto presentado es una variante de la "ley seca", que calificó de represora, "y no progresista ni preventiva".

Rejas explicó que su grupo no había presentado enmiendas a la totalidad para buscar un consenso con el resto de grupos con el fin de articular una ley más completa, dada la trascendencia del problema, y lamentó que no haya habido, por parte del PSOE, ni un mínimo intento de acercamiento de posturas.

El representante socialista respondió a las críticas por falta de consenso recordando que la norma es fruto de un amplio debate en la sociedad extremeña, en el que se posibilitó la participación de todos los colectivos.

CONSUMO PROHIBIDO A MENORES

También aludió a lo ya manifestado por la consejera de Presidencia, María Antonia Trujillo, durante el debate de enmiendas a la totalidad que tuvo lugar hace dos semanas, donde se defendió la ley definiéndola como integral y consensuada, y se marcó como objetivo el servir de referente para atajar los efectos nocivos del alcohol, especialmente en jóvenes y, dentro de este colectivo, entre los menores de edad, dentro de una perspectiva progresista.

Respecto a la crítica de que se traspasa la responsabilidad de la ejecución de las disposiciones legales a los ayuntamientos, Trujillo había indicado que se les encomienda la fijación de los lugares habilitados para el botellón por ser los que mejor conocen la realidad local.