¿A quién le hacen falta pequeños lujos para volar?" Ese lema de Virgin Express, cuyo principal accionista es el magnate británico Richard Branson, es extensible a todas las aerolíneas de vuelos baratos, cuyos costes operativos y comerciales son un 50% más reducidos que los de sus competidoras tradicionales.

Esa variable es la que marca la diferencia entre Ryanair o Easyjet y antiguas compañías de bandera como British Airways o Iberia. "Lo que hace rentable un vuelo es el ingreso medio total, no lo que paga cada pasajero. Hay distintas tarifas, aunque no haya clases a bordo. El saldo final es el que cuenta", dice Margarita Blanco, portavoz de Iberia. La ventaja de estas aerolíneas radica en que, gracias a los menores costes, pueden comenzar su oferta a partir de precios, como mínimo, el 50% más bajos, sin daño económico. La tarifa media de Ryanair y Easyjet está por debajo de la mitad de las de sus competidoras: entre los 40 y 60 euros (6.700 y 10.000 pesetas).

PC, internet y tarjeta

Un viajero puede buscar un vuelo de Londres a Bruselas y, consultando el precio, se le indica que cuesta 0,50 libras. En euros, son 73 céntimos. Luego, eso sí, hay que añadir las tasas, 20 euros (3.328 pesetas). Buscar y reservar vuelos baratos por Europa requiere sólo un ordenador, una mínima habilidad para navegar por internet, y una tarjeta de crédito. En pocas horas, se puede organizar un viaje de tres semanas de duración, en temporada alta, por las ciudades europeas más atractivas.

Evitar viernes y domingos

Tan decidida es la apuesta de estas compañías por internet, que ellas mismas desaconsejan la compra por teléfono. "Si reserva por internet, se ahorra 14 euros (2.329 pesetas) en un viaje de ida y vuelta", dice una grabación cuando se llama a la central de reservas de Easyjet. Los viernes y los domingos suelen ser los días más caros, puesto que se ha puesto de moda pasar un largo fin de semana en una ciudad extranjera.

Servicio sin lujos

Oficialmente, estas empresas ofrecen "servicios básicos" o "sin lujos". O sea: el precio sólo incluye el viaje. Por un refresco o un bocadillo hay que pagar. Además de que no hay un billete físico --sólo una copia o el número de la reserva--, muchos tampoco asignan el asiento. El que llega primero tiene el mejor sitio, por lo que se suelen producirse colas antes de embarcar en aviones de Ryanair o Easyjet.

Aeropuertos alejados

Por supuesto que unos precios tan bajos también tienen sus inconvenientes. Ryanair, en general el operador más barato, indica que vuela a las grandes capitales, pero en realidad los aeropuertos están a distancias de 80 kilómetros o más. Por este motivo, esta aerolínea irlandesa puede bajar sus precios aún más que sus competidores, que sí usan aeropuertos grandes. El viaje en los autocares hasta la capital conlleva un tiempo extra. Otra pequeña trampa: las ofertas no incluyen las tasas.