Los efectos de la crisis actual que golpea principalmente al sector de la construcción comienzan a dejarse sentir en Extremadura, donde la empresa Vicarma Construcciones, con sede en Badajoz y con 62 empleados, ha anunciado que se declarará en suspensión de pagos porque no puede hacer frente al pago de una deuda estimada de entre 4 y 6 millones de euros, ni mantener la plantilla. Así lo confirmaron ayer a este diario fuentes de los trabajadores y de los delegados sindicales que participaron en una reunión con representantes de la empresa, con cuyos tres socios no fue posible contactar a lo largo del día, ni en su sede, ni en los teléfonos móviles y particulares, para conocer su versión.

El caso de la constructora Vicarma, una sociedad limitada fundada en Badajoz en el 1992 por tres socios con un capital social de 3.005,06 euros, parece ser el primero de una empresa de cierto tamaño que llega a suspender pagos en la capital pacense, aunque no está del todo claro que se deba única y exclusivamente a la crisis del sector, si bien parece claro que, cuando menos, ésta no se puede desligar de su situación actual.

LAS CAUSASSin embargo, entre diversas empresas del sector y los trabajadores se barajan otras causas de la situación a la que ha llegado esta empresa, relacionadas con la gestión y la financiación, al no haber podido hacer frente a algunos pagos, según las fuentes consultadas.

Dichas fuentes se refirieron a unas circunstancias que en el argot del sector denominan "peloteo", que explicaron como "el uso de pagarés que se pasan de unas empresas a otras" y que en algún momento pueden fallar.

En todo caso, lo cierto es que dos de los socios anunciaron el pasado viernes a la plantilla la suspensión de pagos y su despido, que aún debe pasar diferentes trámites, como la creación de una cartera de acreedores, antes de llegar a manos del juez, que decidirá si la acepta o no.

Hasta la semana pasada, la empresa trabajaba en la construcción de unas 400 viviendas en la región, con varias promotoras --Unipromo, Armijo, Edificios Badajoz y Vencasa entre otras, que son ajenas a la situación de Vicarma--.

OBRAS EN MARCHA De esas 400 viviendas, la mitad corresponden a cuatro promociones que se construyen en Badajoz --una en la calle Argüello Carvajal, en la zona de Estación; una en la barriada de La Banasta, donde los vecinos afirman que cambiaron el cartel de la obra hace una semana; y dos más en las calles Manzano y Bilbao, en el barrio de San Roque. Otras 70 viviendas se construyen en Cáceres, en el polígono de Maltravieso; 99 más en Almendralejo, en la avenida de La Paz; y otras 34 en Mérida.

La constructora pacense ha estado trabajando hasta el pasado martes en algunas de sus obras en la región y su situación podría haber cogido por sorpresa a alguno de los socios, según fuentes de los trabajadores.

El delegado sindical que habló con este diario manifestó que "los empresarios que han hablado con nosotros desde luego están dispuestos a facilitar las cosas todo lo posible; todo hay que decirlo, están en la mejor disposición". No obstante, la situación de la plantilla es "de inquietud".

Tras la reunión mantenida ayer, empresa y trabajadores acordaron el "despido improcedente", porque "lo que queremos es que el proceso sea lo más rápido y sencillo posible, para que podamos desvincularnos de la empresa y así empezar a buscar trabajo, algo que resultará difícil dado como está la situación en el sector", señaló el representante sindical.

Tras el acuerdo alcanzado por la mañana, los representantes de los empleados manifestaron que esperaban que les dieran de baja ayer mismo por la tarde.

No obstante, algunas de las empresas con las que Vicarma construye sus promociones quieren continuar las obras y se muestran dispuestas a acoger a algunos de los empleados, de forma que finalizarían las promociones que están en marcha.

LA EMPRESAVicarma Construcción S. L. fue fundada por los socios José Luis Rodríguez Salas (consejero delegado), Ramón Manuel Martínez Calero (gerente, director financiero, comercial y de recursos humanos) y Juan José Cuello Palma (consejero delegado), con quienes EL PERIODICO intentó hablar ayer sin que fuera posible al no responder a ninguno de los teléfonos contactados. La evolución de las ventas desde año 2004 fue de 4,1 millones de euros en ese año, de 4,9 el siguiente, de 7 millones en el 2006 y de otros tantos el año pasado, con un beneficio en el 2007, con unos resultados de de 9,8 millones.