Solo lo nombra una vez en el transcurso de la entrevista, pero no hace falta ser muy perspicaz para ver que Víctor Casco tiene en Julio Anguita a uno de sus padres políticos. Y es que el término 'programa' no se le cae de la boca. 'Programa' es, posiblemente, la palabra que más fortuna ha hecho en Izquierda Unida, y a ella se acoge como a un mantra el diputado cacereño de IU para argumentar que la formación izquierdista no puede seguir apoyando al gobierno del PP. Por lo pronto, el plan de austeridad presentado el pasado miércoles por cuatro consejeros no tendrá su apoyo ("los recortes no están en el programa, no hace falta reunir a ninguna dirección"). Casco afirma que es el inicio de un nuevo tiempo político, con IU en la oposición y con él alineado, "por convicción", con el sector de los críticos a Pedro Escobar. "Con mi asamblea local voy a todas partes", dice en referencia a la de Cáceres, connotado colectivo de oposición al coordinador. ¿Significa este nuevo tiempo que apoyarían una moción de censura del PSOE? Aquí se muestra ambiguo. Por un lado no cierra la puerta a un pacto con Vara, pero sigue desconfiando del partido socialista.

--Señor Casco, ¿estamos en el momento más delicado de la legislatura?

--Sí. Podríamos pensar que políticamente fue el momento de la discusión sobre los Presupuestos, pero socialmente este es el más delicado.

--¿Quizá porque los verdaderos presupuestos son estos, los derivados de los recortes, y no los de enero?

--Efectivamente. De hecho el Gobierno de Rajoy, con estos recortes, acaba de hacer por la vía de los hechos una enmienda a la totalidad de los que aprobamos en la Asamblea en enero. Así que sí: es un momento delicado, primero para los extremeños, en segundo lugar para la política en Extremadura y en tercer lugar para Izquierda Unida, en lo que se refiere a qué va a hacer en el futuro.

--Me ha quitado la pregunta de la boca, porque menuda papeleta tiene IU ahora. Supongo que el PP querrá apoyarse en IU para sacar adelante los recortes. ¿Qué van a hacer ustedes?

--No puedo negarlo: tenemos una tesitura difícil. Nos encontramos en la Asamblea con un PSOE que no encuentra su lugar y no parece capaz de articular una alternativa realista al PP. Y a la vez tenemos a un PP que cada día que pasa enseña más la patita. Hasta ahora había una contención por parte del PP, pero ahora ya no. Y no es porque sean perversos. Es que no pueden. Va en su ADN. Rajoy les dice que hay que aplicar recortes para cumplir el déficit y el PP de aquí lo cumple sin ningún problema. ¿Qué hacemos nosotros en esta coyuntura? Lo tenemos complicado, pero algo es evidente: IU no puede avalar ninguno de los recortes que se presentaron el miércoles en la Asamblea. Nosotros podemos apoyar austeridad en el ejercicio de la política; ahorro en lo que se gasta mal; que se gestionen mejor los recursos: medidas de reducción de altos cargos, de estipendios, etc. Por supuesto. Pero aumentar la jornada laboral de los trabajadores; que los empleados públicos paguen en su nómina las consecuencias de una crisis financiera; que se precarice la enseñanza pública o las medidas presentadas en Sanidad...En ningún caso va a permitir todo eso Izquierda Unida.

--Pero lo que está diciendo no concuerda con lo que dijo el coordinador Pedro Escobar después del pleno del miércoles. Escobar dijo que ustedes reunirían a sus órganos de dirección y entonces decidirían. Lo que está usted diciendo es que no hay nada que decidir. ¿Con qué nos quedamos?

--IU discute toda su política en los órganos de dirección. Es evidente. El Consejo Político se reúne, aunque no tenemos fecha para el próximo, y analiza la política que estamos haciendo en la Asamblea y marca el camino. Pero aquí estamos hablando de otra cosa, que es clave, que es el programa de IU. Y el Consejo Político no puede cambiar el programa ni con el 100% de los votos. Eso solo puede hacerlo una Asamblea extraordinaria. El programa es la identidad de una fuerza política. Es impensable que el Consejo pudiera aprobar algo así. Digo más, es que el Consejo Político no tendría legitimidad para discutirlo porque eso estaría absolutamente fuera de la ideología de IU.

--Pero Pedro Escobar dijo el martes, antes del pleno del plan de ahorro: "No aceptaremos ningún recorte". Y el miércoles ya se mostró dispuesto a negociar y decía que estaba de acuerdo con el copago a ciertos pensionistas.

--Es posible que el miércoles Pedro Escobar, en el curso de un debate intenso, no afinara demasiado. Quiero entenderlo por ahí. Lo que digo es que la postura que expresó el martes, la de no avalar ningún recorte, es la posición de IU. Dentro de un discurso podremos argumentar que hay pensionistas con pensiones altas que perfectamente podrían pagar una parte de las medicinas, pero, insisto, IU está en contra de todo 'repago' y ese lo sería. Estamos en contra no por la cuantía, sino por lo que significa. Si avalamos el 'repago' en función de una renta, estamos abriendo la Caja de Pandora y acabarán 'repagando' quienes menos tienen. ¿Que queremos pagar en función de la renta? Muy sencillo: modifica el IRPF.

--No es la primera vez que estos cambios de criterios suceden en IU. Recuerdo ahora una entrevista del coordinador Escobar con este periódico el fin de semana anterior a la discusión de Presupuestos, cuando IU mantenía viva una enmienda a la totalidad. El titular de aquella entrevista fue: "Nuestros límites son los recortes en sanidad, educación y dependencia. Esas son las líneas rojas". Y después retiraron la enmienda y se abrieron la posibilidad a esos recortes. Esos vaivenes confunden.

--Nosotros podíamos asumir esos presupuestos como mal menor porque no afectaban a los elementos clave de las políticas sociales. Y ahora estamos comprobando cómo el que no los está asumiendo es el propio Gobierno de Monago. A partir de ahí, creo que nos equivocamos en la manera de encarar el proceso de presentación y retirada de la enmienda a la totalidad. Yo hubiera sido partidario de no presentar enmienda a la totalidad y negociar punto por punto y poniendo encima de la mesa un programa. Sin embargo, si tú presentas una enmienda a la totalidad, al final la tienes que votar porque, de lo contrario, la gente no va a entender la retirada. Además, ya quedaba muy poco margen para negociar puntos concretos.

--Ha dicho que la presentación y la retirada de la enmienda a la totalidad podía no ser entendido por la gente. ¿Qué piensa usted, que la gente no les entiende o que ustedes no se hacen entender?

--Es evidente que nos falta pedagogía en IU, y la dirección tendremos que reflexionar sobre los mecanismos para explicar a nuestros votantes qué estamos haciendo. Pero hay otro factor que incide en esto: somos una fuerza política muy pequeña. No tenemos los altavoces de los grandes partidos, que lanzan una idea y al día siguiente se está repitiendo en todos sitios.

--Pero justamente por esa desventaja, IU tiene que poner especial cuidado para no dar mensajes contradictorios.

--Efectivamente. Nuestros mensajes tienen que ser claros. Si decimos que no podemos avalar los recortes es que no podemos avalarlos. Hacer matizaciones posteriores es un error, aunque lo que verdaderamente importa es cuál va a ser la postura final de IU.

--¿A qué le podemos llamar 'postura final de IU'?

--La postura final es que si, por ejemplo, se presenta en la Asamblea un aumento de jornada de hasta 37,5 horas para los empleados públicos, hay que votar en contra. Porque Pedro Escobar lo dijo el martes y porque, más importante todavía, porque lo dice el programa de IU.

--¿También es 'postura final de IU' pedir que los recortes se recurran al Constitucional? Usted lo dijo el miércoles.

--Yo voy a pedir al Gobierno de Monago que inste al de Rajoy a que lo haga. Si no lo hace, plantearé que la Asamblea lo haga. El artículo 162 de la Constitución le faculta a ello.

--Esta postura suya es de clara oposición a José Antonio Monago. ¿Es que IU va a inaugurar una etapa de confrontación con el PP?

--Nosotros hemos defendido que estábamos moderando al PP. Hasta hace una semana y media eso era cierto. Pero en el momento en que Rajoy ha acelerado con los recortes, el Gobierno de Monago ha decidido seguir esa política a pies juntillas. Incluso si lo comparamos con otros presidentes de comunidad del PP. Ahí tenemos al presidente de Galicia que ha dicho que no va a aumentar las ratios profesor/alumnos ni el aumento de tasas que plantea Rajoy. Monago sí lo va a hacer. Esto es un caballo desbocado que a nosotros nos ha tirado por el aire. Lo que voy a proponer en los órganos de IU es que tenemos que pasar a una oposición frontal, contundente y clara al PP.

--Usted habla a título particular. ¿Se atrevería a decir que esa posición que expresa es compartida por sus dos compañeros en la Asamblea? ¿Puede ser portavoz de ellos?

--Yo soy portavoz de lo que yo voy a proponer en los órganos de dirección. Pero digo más, si esos órganos de dirección deciden exigir el programa de Izquierda Unida, y otra hipótesis no contemplo, esa será la política que se aplique. Es que si no se aplica estaremos en otro mundo. Me resultaría inconcebible que la dirección de IU asumiera el 80% de las propuestas que se anunciaron el miércoles. Si las asumiera estaríamos hablando de otra cosa que no es Izquierda Unida.

--Antes decía que IU tendría que ejercer una oposición frontal al gobierno del PP. ¿Significa también que quieren tumbarlo?

--Significa que queremos tumbar las políticas más agresivas que quiere impulsar la Junta, sin ningún género de dudas.

--¿Pero cómo se hace eso? ¿Cómo quieren hacer que el Gobierno de Monago mude de alma sin cambiar a Monago?

--Casi, casi diría que lo que queremos es que el Gobierno de la Junta aplique su programa. El señor Monago dijo que antes se cortaría un dedo que practicar un recorte social en Extremadura. Y yo que soy fumador de puros, estoy por mandarle una guillotina, de esas que sirven para cortar los puros, para que empiece a ponerlo en práctica. Vamos a ver, es que el señor Monago está incumpliendo su discurso de investidura. Yo he leído y releído ese discurso, lo que anunciaba en sanidad, educación, de transparencia... y no lo está cumpliendo. No se trata de que mude el alma, sino simplemente de obligarle a que cumpla con lo que prometió a los extremeños.

--Pero las condiciones han cambiado sustancialmente desde julio pasado, señor Casco. ¿Usted cree que hoy se puede mantener lo que Monago o cualquier candidato a presidente dijera en su investidura hace casi 10 meses?

--Desde luego. Creo que hay alternativas a estos recortes. La consejera de Educación hablaba el miércoles de que los recortes son inevitables. Pues no. Antes del 20 de abril, cuando el Consejo de Ministros aprobó los recortes, no eran inevitables. Con los Presupuestos que teníamos hasta ese día era factible no solo mantener las plantillas del profesorado, sino aumentarlas. Incluso con los primeros recortes de 168 millones es posible hacerlo. ¿Qué ha cambiado? Lo único es una decisión política que ha tomado el señor Rajoy. Nada más.

--Si no aplica los recortes, Europa nos interviene. Eso sería mucho peor para los trabajadores.

--Niego la mayor. Europa le ha advertido al PP que se está pasando. Le ha dicho claramente que las medidas adoptadas en educación no son el camino. Confío en que si el domingo que viene hay un cambio en Francia la política del déficit desaparezca o se aligere. En todo caso, los 10.000 millones de recortes extraordinarios en educación y sanidad no lo ha dicho Europa. Lo ha decidido por su cuenta Rajoy. Esos 10.000 millones se pueden recortar de muchos sitios. Y sobre todo se pueden recaudar. El Gobierno de Monago, si verdaderamente cree en la sanidad y en la educación, le debería haber dicho a Rajoy que por ahí no y que en Extremadura no se va a aplicar.