Una de las razones de escolarización de los menores de tres años es la posibilidad de la conciliación de la vida laboral y familiar de sus padres, que pueden tener dificultades para dejar a los niños al cuidado de alguien durante la jornada de trabajo.

Según los datos oficiales del Instituto Nacional de Estadística (INE) en Extremadura hay 23.000 mujeres trabajando y que tienen hijos de entre 0 y 3 años. Esto supone que, dado que por regla general, aún son las mujeres las que asumen el cuidado de los hijos en la pareja, que unas diez mil extremeñas no tienen posibilidad de que sus hijos accedan a una plaza en centros infantiles. En cuanto al resto, más de dos mil tienen que afrontar los gastos que supone tener a los niños en un centro privado.

Esta circunstancia es una de las que se baraja, además, como motivo para que la mujer ni siquiera se plantee acceder al mercado laboral, ante la imposibilidad de conciliar vida laboral y familiar.

En Extremadura, la tasa de actividad femenina es la segunda más baja del país, sólo por delante de Asturias. Apenas cuatro de cada diez extremeñas se han incorporado al mercado laboral, y de las que lo hacen una de cada cinco está en situación de desempleo, tasa que duplica la media nacional de paro.