Las grabaciones de vídeo han permitido a los jueces esclarecer algunas cuestiones que guardan cierta similitud con el del Marcelo Nessi. Uno de los más sonados fue el vídeo utilizado para corroborar la agresión que sufrió en abril del 2007 un detenido en Barcelona a manos de cuatro Mossos d´Esquadra. Estos propinaron puñetazos y puntapiés al detenido en un rincón de la habitación de cacheos. La jueza utilizó esta prueba para imputarles y juzgarles.

También fue clave el vídeo colocado en un vagón del Metro de Barcelona para detener a un joven de 21 años que sin motivos aparentes golpeó en repetidas ocasiones a una joven ecuatoriana que viajaba tranquilamente sentada en el mismo vagón. Gracias al vídeo, la Guardia Civil logró identificar al joven y le detuvo a la entrada de su domicilio varios días después de las agresiones. Sergi Xavier, el agresor, fue juzgado y condenado, a pesar de pedir perdón a la chica ecuatoriana por las lesiones físicas y psíquicas que le produjo las reiteradas agresiones.

Los transportes públicos son un ´filón´ a la hora de capturar grabaciones de delitos y agresiones. Un joven logró grabar con su teléfono móvil la agresión de otro a un pasajero, al que propinó una patada y varios puñetazos sin motivo aparente, cuando viajaba en la línea 1 del suburbano catalán. A diferencia del caso de la joven ecuatoriana, en esta ocasión la agresión se produjo cuando el convoy iba lleno de pasajeros, uno de los cuales salió en defensa del agredido, ante la indiferencia del resto del pasaje.

El Metro madrileño también está nutrido de actuaciones impropias. Varias han sido las denuncias, amparándose en grabaciones, de actuaciones presuntamente delictivas de los vigilantes de seguridad hacia algunos pasajeros. Desde tortazos que dejan ´ko´, hasta zarandeos más que punibles, han sido recogidos por las cámaras.