El oficio de afilador es antiguo, pero Vicente Pérez, vaciador y cuchillero con una tienda en pleno centro de Plasencia, reconoce que, en la sociedad actual, el cliente opta más por tirar el cuchillo o la tijera poco afilados y comprarlos nuevos --también vende en su tienda-- que afilarlos. Pero ahora, con la crisis, ha visto que "la gente viene más a afilar cuchillos que a comprar". Tiene claro que la razón es el precio porque "afilar una tijera de modista cuesta tres euros y una nueva vale 15". Tras 30 años en el negocio, no duda de que "se mira más el bolsillo". R. RODRIGUEZ