ESPAÑA - 1: Casillas; Ramos, Puyol, Piqué, Capdevila; Busquets, Xabi Alonso (Marchena, m.93+), Xavi, Iniesta, Villa (Pedro, m.88); y Fernando Torres (Llorente, m.58).

PORTUGAL - 0: Eduardo; Ricardo Costa, Carvalho, Bruno Alves, Fabio Coentrao; Pepe (Pedro Mendes, m.72), Tiago, Meireles; Simao (Liedson, m.72), Ronaldo y Almeida (Danny, m.58).

GOL: 1-0, m.63: Villa.

ARBITRO: Héctor Baldassi (ARG). Expulsó por roja directa a Ricardo Costa (m.89). Amonestó a Xabi Alonso, y a Tiago (80) por Portugal.

INCIDENCIAS: Encuentro de octavos de final del Mundial de Sudáfrica 2010.

Apoyada en una tercera vía encarnada por Fernando Llorente, la selección española tumbó a Portugal y se metió en los cuartos de final. Lo hizo con otro gol de Villa. Un torrente de ánimo para España, que después de haberse hecho un verdadero lío, encontró en el ariete del Athletic la solución.

La puesta en escena de la selección española no tardó en poner de relieve que la respuesta de Portugal iba a estar presidida por la precaución. Con dos líneas muy juntas atrás recibió el conjunto luso a la campeona de Europa, lo que no impidió que quien más tuviera que trabajar en los primeros minutos fuera Eduardo. España apretó volcada a la izquierda y tres veces tuvo que sacar con apuros el portero los disparos envenenados de Torres, primero, y de Villa, después, en dos ocasiones.

CERROJO LUSO No le importó a Portugal que la pelota fuese patrimonio exclusivo del equipo español porque, neutralizado ese arreón inicial, el juego de La Roja decayó de forma preocupante, como si todo se bloqueara en la zona de tres cuartos.

La selección de Queiroz no tuvo prisa ni ganas de hacer otra cosa que encomendarse a las jugadas a balón parado y a la posibilidad de aprovechar algún desajuste del rival. Así pasó en una llegada por el centro de Tiago que nadie acudió a tapar. El centrocampista del Atlético recibió y soltó un derechazo que Casillas repelió con problemas para despejar después su propio rechace con más problemas aún ante la embestida de Almeida. Algo más tarde, el guardameta del Madrid las pasó canutas para controlar el extraño que le hizo el balón en una falta lejana lanzada por Cristiano Ronaldo. Fue, por otro lado, lo único reseñable que hizo la estrella blanca.

TRANSFORMACION Con el balón pero sin luces para profundizar, España llegó verdaderamente inquieta tras llevarse otro par de sustos de consideración, ambos en balones aéreos. En el primero Almeida evitó que Cristiano rematara en mejor posición y en el segundo el frentazo de Tiago no estuvo bien dirigido.

Del Bosque decidió hacer el relevo que cambió el partido. Salió Llorente por Torres, fuera de órbita, y obró la transformación de todo el equipo. Lo primero que hizo fue lanzarse en plancha para cabecear un centro de Ramos. Lo segundo fue ofrecerse para aguantar y recibir de espaldas para dar opciones a sus compañeros. Así fue en la jugada que empezó Iniesta y que acabó en el gol de Villa.

El manchego se apoyó en él para en un pared de libro y metió para Xavi, quien prolongó de tacón hacia su nuevo compañero. Villa estrelló su primer remate con la zurda en el cuerpo de Eduardo, pero no perdonó en el segundo, con la diestra (m. 63).

Abierto el partido, Ramos resultó imparable y Villa estuvo cerca de marcar el segundo con un latigazo desde fuera del área. El control que ejerció España hasta el final solo se vio alterado por una postrera ocasión de Danny, pero Capdevila frenó su disparo en última instancia.