Una temporada más, y ya van tres, la tórtola turca sigue siendo una especie protegida. Hace dos años saltó la alarma cuando se hizo efectiva la prohibición de cazar esta especie en virtud de una directiva de la Unión Europea, que la incluía en el Libro Rojo de las especies no cazables.

Esta medida continúa estando muy discutida por los diferentes estamentos de la caza, tanto a nivel nacional como regional, ya que se trata de un ave que se apodera del hábitat de la tórtola común desplazando a ésta a otros lugares y haciendo peligrar su supervivencia, según estudios realizados por investigadores de la Universidad de Extremadura.

La tórtola turca tan sólo se ha podido cazar durante la media veda de cuatro temporadas (entre 1998 y 2001), a partir de las cuales el número de ejemplares a aumentado considerablemente, ya que dispone de un estatus muy saludable como especie en expansión que requiere un control cinegético para remitir daños.

A pesar de que esta prohibición se debe a la trasposición de una directiva europea, no se aplica en todas las comunidades, por lo que existe regiones en las que sí el posible cazar, legalmente, tórtola turca. Algo muy parecido ocurre con el estornino negro, cuya principal dificultad es distinguirlo en vuelo de su pariente, el estornino pinto, que si se puede cazar durante la media veda y la caza menor.

El resto de especies

Por el contrario, la tórtola común se encuentra en un estado de conservación peor, razón por la cual la Consejería de Agricultura y Medio Ambiente establece un cupo de quince capturas por cazador y día. Sin embargo, a pesar de que esta medida se ha aplicado en la última década, su estado no ha mejorado, puesto que su disminución se debe a la desaparición de muchas hectáreas de cultivo del cereal.

También se ha pretendido preservar esta especie retrasando la apertura de la media veda. El objetivo es evitar que se maten tanto pichones. En algunos cotos privados incluso se atrasa el primer día de caza.

La paloma torcaz volverá a ser la reina de la media veda. Este pájaro, que se ha vuelto más sedentario y ha dejado de emigrar (antes empezaba a regresar a los campos extremeños al final del otoño y se marchaban a mediados de marzo), es ahora el que más abunda en los cotos extremeños, no sólo durante estos días, sino también durante el resto del año.

Además, hay otras cinco especies que se pueden cazar durante la media veda, aunque su interés para los cazadores extremeños --y los del resto de comunidades, pues sucede lo mismo-- es prácticamente nulo. Se trata del estornino pinto, la urraca, la grajilla, el zorro y el ánade real (más conocido como (azulón).

De estas, es el zorro el más atractivo, aunque al tratarse de un animal nocturno no suelen verse mucho durante las horas de caza en la media veda, al alba y al atardecer, cuando las aves buscan la comida.