José Luis Rodríguez Zapatero reclamó ayer ante la comunidad internacional un nuevo modelo de lucha contra el terrorismo en el que el respeto a los derechos humanos, la ayuda al desarrollo, el multilateralismo y la prevención policial primen sobre el uso de la fuerza.

"No podemos aspirar a la paz y a la seguridad en un mar de injusticias universales", manifestó el presidente del Gobierno en el acto de clausura de la cumbre sobre democracia y terrorismo que se ha celebrado en Madrid durante tres días. Para Zapatero, el terrorismo es una "infamia" carente de justificación y de lo que se trata es de quitar a los violentos los "asideros de pretexto" a sus acciones.

"COHERENCIA" En presencia de los Reyes, del secretario general de la ONU, Kofi Annan, y de más de medio centenar de mandatarios y ministros --entre los que estaban el príncipe de Marruecos, Mulay Rachid, y los presidentes afgano, Hamid Karzai, y argelino, Abdelaziz Buteflika--, el jefe del Ejecutivo español llamó a "desterrar la hipocresía" y a aplicar "el máximo rigor" en el tráfico ilegal de armas que llegan a los violentos.

El presidente urgió un consenso político internacional para analizar "en toda su complejidad" y "todas sus dimensiones" el fenómeno del terror. Citó las vertientes política, económica, social y cultural, además de la seguridad. "Cuanta más libertad, justicia, igualdad y paz, menos terrorismo", dijo.

"PAGARAN" Un día antes del primer aniversario del 11-M, el jefe del Ejecutivo dedicó un emotivo recuerdo a las víctimas de los atentados y dijo que los responsables "pagarán por su inmensa felonía", gracias, precisamente, a que España es un país "gobernado por el Derecho". También elogió la "lección" de respuesta civil que los españoles dieron al mundo al acudir masivamente a las urnas tres días después de la masacre.

Zapatero planteó siete propuestas concretas contra el terrorismo: promover con "presión política, razón y paciencia" más democracias en el mundo; fortalecer la ONU; cumplir los objetivos del milenio para la erradicación del hambre y la miseria; defender el principio de resolución pacífica de los conflictos, incrementar la cooperación, perseguir el tráfico de armas y poner en marcha una alianza de civilizaciones, propuesta que formuló en septiembre pasado en las Naciones Unidas. Además, el presidente expresó su apoyo de un fondo internacional para las víctimas del terror.

DISUASION Annan utilizó el acto de clausura para presentar su nueva estrategia global contra el terrorismo, muy en sintonía con Zapatero. Esa estrategia, explicó, se basa en cinco principios: disuadir a los descontentos de elegir el terrorismo, mediante más ayuda al desarrollo; dificultar a los violentos el acceso a armas y dinero; hacer desistir a los estados que apoyen a los terroristas; ayudar a los países más pobres a instrumentar la legislación antiterrorista, y defender los derechos humanos.

El secretario general de la ONU propugnó, además, una definición más clara del terrorismo y planteó una distinción entre el "derecho a ofrecer resistencia a la ocupación" y el de "asesinar a civiles".

En su discurso, el Rey reclamó la "unidad de los demócratas" frente a los violentos, porque, dijo, "las divisiones en el seno de una sociedad debilitan la lucha contra el terrorismo". También pidió "determinación" y "cooperación", así como "todo el apoyo, la solidaridad y el afecto" para las víctimas.