Austeridad. José Luis Rodríguez Zapatero quiere que esta vez el Gobierno del PSOE se recuerde en el futuro por la limpieza en la gestión y la humildad en las formas. Eso transmitió ayer al comité federal del PSOE, el máximo órgano entre congresos, en su primera reunión tras la victoria del 14-M. El líder del PSOE no hizo referencia expresa a los errores del pasado, pero todos entendieron el mensaje: que nadie pueda volver a relacionar la gestión socialista con el despilfarro y la corrupción, los males que ha pagado el PSOE con ocho años de oposición.

El futuro presidente del Gobierno anunció el inicio de una "nueva etapa" para España. "Ha comenzado el futuro", dijo, y perfiló la esencia de ese tiempo: "Es importante el qué vamos a hacer, pero es igual de importante el cómo lo haremos". En el qué , Zapatero situó el comienzo de "la España social, moderna, culta y tolerante". Para el cómo , exigió "cinco cualidades" a los que van a desempeñar responsabilidades de Gobierno. Todas destinadas a devolver protagonismo a los ciudadanos y a asumir que son ellos los que dan el poder y también quienes lo quitan cuando los que han elegido se alejan de ellos.

"APOYO" Y "CRITICA" Felipe González tomó la palabra después de Zapatero para pedir al PSOE que deje autonomía al presidente. "Se gobierna desde Moncloa, no desde Ferraz", aleccionó González. En su intervención de cierre, Zapatero interpretó el consejo a su manera. "Gobernaré para todos los ciudadanos pero con el partido", avanzó Zapatero, que pidió al comité federal no sólo que le "apoye", sino que le "critique".

La primera cualidad que exige Zapatero a su equipo es saber "gobernar con la gente". Zapatero recordó a su partido que "la gente común y sencilla" es la única que se mantuvo al lado del PSOE "los días difíciles". El líder socialista tiene bien presente que buena parte de los que le votaron el 14-M había abandonado al PSOE en 1993, cuando arreciaron los escándalos de corrupción. "Escuchar siempre" es el segundo mandamiento. Zapatero repitió un análisis que ya hizo al ser elegido secretario general del PSOE: los problemas de comunicación de los gobiernos no vienen por la dificultad de trasmitir sus mensajes a los ciudadanos, sino por "no saber escucharles".