"Esta elección abre un nuevo periodo de esperanza para EEUU y para el mundo", afirmó ayer José Luis Rodríguez Zapatero. Y también para él. El presidente del Gobierno se ve, por fin, en la Casa Blanca invitado por Barack Obama, algo que no ha podido vivir con George Bush. Zapatero compareció expresamente para felicitar al líder demócrata, a quien dijo que tiene en España "un amigo y aliado fiel", y le mostró su disposición para afrontar los retos del siglo XXI. Sobre todo en el 2010, cuando el jefe del Ejecutivo español asumirá la presidencia de la UE. Zapatero dejó la equidistancia que ha mantenido durante la larga campaña y exhibió su alegría por la decisión del pueblo estadounidense "en un momento tan decisivo en la transformación del mundo".

A Zapatero le asombra la "sensibilidad" de Obama, con el que coincide en su voluntad de "poner fin a los conflictos en curso" y dar prioridad a la lucha contra la pobreza y el cambio climático. Le fascina la "vitalidad" que ha devuelto a los estadounidenses, al demostrarles que con su voto pueden cambiar las cosas. A su juicio, Obama ha logrado que los valores de unidad, esperanza y solidaridad sean los cimientos del nuevo proyecto que confía en que ahora EEUU extienda a las relaciones internacionales.

Y en esa nueva etapa se ve a él mismo: compensando la balanza que hasta ahora arroja unas relaciones impecables a nivel económico EEUU es el primer inversor en España y estratégico intercambio de información antiterrorista, pero penosas a nivel personal con Bush. Pese a su convicción de que hizo bien y cumplió una promesa electoral cuando ordenó el repliegue de las tropas de Irak, Zapatero ha vivido con complejo la nula sintonía con el republicano.

Por su parte, Mariano Rajoy apuntó que el triunfo de Obama es el mejor ejemplo de las virtudes de EEUU: "El esfuerzo individual, el espíritu emprendedor y la capacidad de integración".

La capacidad de convicción de Obama también ha calado en la mayoría de líderes mundiales, que ayer le pidieron que extienda los valores de su política para promover un cambio mundial. Muchos confían en que Obama modificará la política exterior norteamericana y optará por estrechar puentes y unir fuerzas con los países interlocutores. "Cambio, paz, unión, distensión, prosperidad...". Este era el mantra repetido por muchos dirigentes tras felicitar al demócrata.

PACTO MUNDIAL Con la llamada a un "pacto para el nuevo mundo" saludó el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, la victoria de Obama. "Espero que, con el nuevo liderazgo, EEUU aúne fuerzas con Europa ... en beneficio de nuestras sociedades y del mundo", proclamó. En la misma línea se expresaron el presidente francés, Nicolas Sarkozy; la cancillera alemana, Angela Merkel; y el primer ministro británico, Gordon Brown.

En Latinoamérica, los principales dirigentes instaron al senador a poner fin al embargo de Cuba. El venezolano Hugo Chávez afirmó que "ha llegado la hora" de establecer "nuevas relaciones" con EEUU. Los mensajes de esperanza en la cooperación también llegaron de Rusia, China y de Oriente Próximo.