El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, compareció ayer públicamente por segundo día consecutivo para condenar un atentado de ETA. Un hecho poco frecuente que le llevó a lanzar un mensaje también inhabitual en referencia a la seguridad de la policía. En una declaración en la Moncloa, con gesto muy serio y tono especialmente enérgico, Zapatero habló "con mucha rabia" y explicó que había dado "instrucciones a las fuerzas de seguridad para que extremen al máximo la vigilancia, para que redoblen su entrega, para que incrementen aún más su esfuerzo y se protejan de estos viles asesinos".

El presidente viajará hoy a Palma para visitar la capilla ardiente de los dos guardias civiles asesinados. Y lo hará junto al presidente del PP, Mariano Rajoy, para escenificar de nuevo la unidad recuperada entre el Gobierno y la oposición contra el terrorismo. El jefe del Ejecutivo telefoneó tras el atentado al líder de los populares y el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, estuvo en contacto con el coordinador de justicia del PP, Federico Trillo.

Rajoy ratificó en un comunicado su apoyo al Gobierno socialista "en la lucha antiterrorista para detener y poner a disposición de la justicia a los asesinos". "La unidad de los demócratas contra ETA y la determinación de usar todos los instrumentos del Estado de derecho para derrotar a los terroristas son el único camino que nos llevará a ver el fin de la banda asesina", dijo. Palabras de apoyo que Zapatero agradeció en su posterior intervención.

El líder del PP solicitó también formar parte de la comitiva presidencial que saldrá hoy de Madrid, repitiendo la imagen de los dos últimos atentados mortales de ETA, el del inspector de policía Eduardo Puelles, asesinado en Arrigorriaga (Vizcaya) el pasado 19 de junio, y el del empresario Ignacio Uría, en Azpeitia (Guipúzcoa) el 3 de diciembre del 2008. El velatorio de este último sirvió para sellar la recomposición de la unidad entre Zapatero y Rajoy en la lucha antiterrorista, rota en la anterior legislatura por el proceso de paz iniciado por Zapatero sin éxito.

El jefe del Ejecutivo informó en varias ocasiones al Rey, que tiene su sede tradicional de veraneo en Palma de Mallorca, y aplazó la conferencia de prensa prevista hoy tras el Consejo de Ministros de hoy para valorar el primer año esta legislatura. Un acto que marca el inicio de las vacaciones políticas estivales, que ya estaba disfrutando el lendakari, Patxi López. Este suspendió sus vacaciones para desplazarse a la capilla ardiente.

PREOCUPACION GENERAL La unidad frente a ETA se vio reflejada también en el comunicado y la comparecencia conjunta de todas las fuerzas políticas y agentes sociales en el Congreso. El consenso permitió ver juntos a los sindicatos y a la patronal, enfrentados por la ruptura del diálogo social. Los asistentes al acto hicieron patente su preocupación por la ofensiva de ETA de estos dos últimos días.