El paso del ecuador de la campaña abre el periodo en que deben afianzarse algunos mensajes en las mentes de los electores para intentar atraer su voto. Esta es la semana de los abstencionistas, de los indecisos, de los hastiados de la política. A sus conciencias apeló ayer Rodríguez Zapatero desde el repleto pabellón insular de Las Palmas de Gran Canaria. Les explicó que la política puede ser diferente, que la crispación debe abrir paso a la "concordia", el insulto al debate, y el "ordeno y mando" al consenso.

"Limpia, honesta y digna, así es como me gusta a mí la política", proclamó. Ante 4.500 almas que gritaban "pío, pío, pío" --el grito canario que sustituye al peninsular "hurra, hurra, hurra"--, Zapatero llamó a "los que están hartos" de los políticos del PP. "Hartos de ver políticos arrogantes, que descalifican, que no responden ni escuchan, que insultan y denigran la vida pública".

ESPAÑA DIVERSA El es otra cosa, prometió, e instaurará unas prácticas diametralmente opuestas. "Mi gran objetivo --anunció-- es abrir una etapa de concordia", que propicie la unidad de los demócratas contra ETA y el entendimiento entre los pueblos de la "España diversa".

El candidato socialista pidió a los suyos que continúen una campaña "tan digna como será la victoria". De esta forma, rechazó responder al requerimiento del candidato del PP, Mariano Rajoy, para que aclare sus posibles pactos poselectorales. En cambio, Zapatero se afanó en cuestionar a su adversario. "El señor Rajoy es un incompetente", dijo sin borrar la sonrisa y en un tono neutro. Así es como lanza sus críticas a Rajoy, sin alterar el gesto.

Con igual estilo dudó de su permanencia al frente del PP. Lo hizo cuando prometió respetar desde el Gobierno al líder de la oposición, "que no sé si será ya Rajoy". Zapatero no olvidó insistir en la necesidad de un debate y acusar a Rajoy de "falta de coraje" por rehuirlo, lo que, a su juicio, le resta méritos para ser presidente.

NUEVO DIPUTADO Los socialistas se juegan en Canarias ganar el 15º diputado que aportarán las islas al Congreso por crecimiento poblacional. Y quieren uno más, que debe salir de Gran Canaria, donde la diferencia entre PP y PSOE fue más acusada en el 2000 (5-2 a favor del PP). Un repaso a las políticas sociales que "ha abandonado el PP" en estos últimos ocho años fue el argumento usado para lograrlos.

Además, Zapatero anunció que se tomará unos días de descanso en las islas al terminar la campaña. También avanzó que tendrá ministros canarios.