Quiere marcar su paso por la presidencia del Gobierno español, convencido de que España tiene todavía un gran trecho por delante para alcanzar a los países más desarrollados. José Luis Rodríguez Zapatero tiene un proyecto político personal, y volcará su nuevo Gobierno en esa dirección: la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres, la igualdad social y un progreso económico que no deje a nadie descolgado. Como figura central de ese cambio, Zapatero destacó su decisión pionera de nombrar a una mujer, Carme Chacón, como titular de Defensa. "Es de lo que me siento más orgulloso", aseguró, para extender esa afirmación al hecho de que el nuevo Ejecutivo tendrá más ministras que ministros, una relación de nueve a ocho.

En el proyecto político de Zapatero la extensión de derechos forma parte del núcleo central. "Hay que predicar con el ejemplo", precisó, para ilustrar los cambios introducidos en su Ejecutivo. El presidente, que llegó a la Moncloa después de prometer el cargo ante los Reyes en el Palacio de la Zarzuela, a los que informó de los nombres de su Gobierno, utilizó ayer expresiones contundentes para comprometerse contra la violencia de género, contra "tanto machismo criminal insoportable". Lo hizo para justificar la creación del Ministerio de Igualdad, que dirigirá Bibiana Aído y que velará por la ley de igualdad y por la promoción de la mujer en el ámbito laboral. Precisamente, en su conversación con el rey Juan Carlos, surgió la preocupación de ambos por los fallos judiciales y la periódica muerte de mujeres por ataques machistas.

Pero todo ello, como en cualquier gobierno, solo funciona si la estructura económica permite el crecimiento. Zapatero es consciente de que su segundo mandato estará marcado por una situación económica complicada. Como en el caso de las políticas de igualdad, el presidente del Gobierno aseguró que toda la composición del Ejecutivo estaba dibujada en la investidura.

UNA EMPRESARIA La voluntad de cambiar la estructura productiva de España, para que las empresas asuman que solo la innovación y el valor añadido les brindará oportunidades de futuro, que compensen la crisis de sectores como el de la construcción, la concretó Zapatero en la creación del Ministerio de Ciencia e Innovación, que dirigirá Cristina Garmendia. Es una doctora en Biología que preside la compañía Genetrix, dedicada a la investigación biomédica. El presidente aseguró que ha constituido un Gabinete "con fuerza política, modernizador y que cuenta con una notable capacidad de gestión".

Las nuevas incorporaciones contrastaron con los ministros que siguen en sus responsabilidades. Zapatero admitió el "esfuerzo" para convencer a Alfredo Pérez Rubalcaba en el intento de que se mantuviera al frente de Interior, y rechazó que sea solo por una temporada, dando a entender que forma un Gobierno para cuatro años, aunque "siempre puede haber circunstancias" que no lo posibiliten.

Con los pilares de su Ejecutivo ya claros desde hace semanas, María Teresa Fernández de la Vega, que le acompañó ayer en la Moncloa, y Pedro Solbes, Zapatero ha decidido dejar en sus puestos a ministros o ministras como Magdalena Alvarez, pese su gestión como el caos de Cercanías de Barcelona.

Precisamente, al buen resultado electoral en Cataluña se añadió la decisión de Zapatero de nombrar al segundo ministro catalán, tras Carme Chacón. Celestino Corbacho se encargará de Trabajo e Inmigración.

Zapatero se refirió a los ministros que dejan el Gobierno, especialmente a Jesús Caldera, extitular de Trabajo. El presidente consideró que su tarea ha sido "brillante". La calificó también de "sobresaliente en la gestión" y valoró el trabajo de Caldera en la coordinación de las dos últimas campañas electorales del PSOE, en el 2004 y el 2008, que han llevado a Zapatero a la Moncloa. A Caldera le ha encomendado dirigir una fundación que pueda competir, desde la izquierda, con la poderosa FAES del PP. También se acordó Zapatero de Joan Clos. "Ha hecho una buena tarea en Industria". Y valoró la gestión "positiva" de Cristina Narbona como ministra de Medio Ambiente.

Mariano Rajoy afirmó ayer que es "un Gobierno continuista tanto en los nombres como en las políticas. Espero que acierte en las prioridades".