Parece que en el campo sindical las cosas comienzan igual que terminaron en el 2002, con la batalla por el subsidio agrario.

--Empezamos peor, porque el año pasado terminamos con el compromiso del Gobierno de dar una respuesta al conflicto, aunque fuese con una restitución temporal.

Ahora da la impresión de que la última propuesta de Eduardo Zaplana está creando cierta confusión.

--Zaplana es la Celia Cruz de la política española, tiene un concepto de política espectáculo que aporta poca seriedad. Creo que está jugando al confusionismo y matiza un término u otro según con quién hable.

¿Qué opinión le merece ese nuevo subsidio agrario que ofrece el Gobierno?

--El ministro dice que es lo mismo que el subsidio agrario que había hasta ahora pero con otro nombre, pero hay argumentos más que sobrados para saber que este modelo se parece al subsidio como un huevo a una castaña.

¿Cuál es exactamente la diferencia entre ambos?

--Se trata de cambiar un derecho objetivo por una concesión graciable que concede el Gobierno y que dependerá de los fondos que haya. Además, todavía no se conoce su dotación económica o el tiempo que va a estar vigente, y sospechamos que va a empezar a funcionar en marzo y sólo lo hará durante seis meses, hasta que funcione el régimen asistencial agrario. Nosotros tenemos que rechazar esta propuesta.

¿Y por qué parece que a Rodríguez Ibarra y Chaves sí que les ha gustado, al menos en principio, la oferta de Zaplana?

--A los políticos les ha trasladado el mensaje de que es lo mismo que el subsidio agrario, pero ha asumido el reto de trasladar por escrito su propuesta en los próximos días. Si lo que se propone es sustancialmente diferente al subsidio, seguro que Chaves e Ibarra no lo aceptarán. Por el contrario, si es igual que hasta ahora pero le han cambiado el nombre, al día siguiente los sindicatos desconvocaremos la huelga.

¿Tan importante es la diferencia del nombre?

--Nadie puede garantizar la universalidad ni la duración de la inserción profesional. Hay que dejar claro que quieren implantar un sistema en el que Gobierno decidirá quién cobra cuánto y por cuánto tiempo. Además, parte de una hipótesis equivocada, porque propone formar a los jornaleros y obligarles a que admitan nuevos empleos, pero... ¿dónde están esos puestos de trabajo? Haría falta un programa complementario de inversiones masivas en las zonas agrarias de Extremadura para que se instalasen nuevas empresas.

¿Qué opina de la nueva figura del tutor personal que servirá para controlar a los jornaleros

--En el Inem hay escasez de trabajadores, y las oficinas no están dotadas para poner esta medida en marcha. Eduardo Zaplana está vendiendo humo, porque esta medida no va a ser efectiva.

Tras este duro proceso de diálogo, ¿qué le parece el famoso talante negociador de Zaplana?

--Es como Celia Cruz, una mujer que se mueve muy bien en los escenarios y a quien le gusta llevar vestidos llamativos y con lentejuelas. Le gusta ser la vedette de la política española, pero no tiene capacidad para moverse por los escenarios de primera línea. Debería plantearse ir a los escenarios de tercera.