La superficie considerada de alto riesgo de incendios se ha reducido en más de un millón de hectáreas en Extremadura. Así, mientras el año pasado la Consejería de Desarrollo Rural clasificaba como Zona de Alto Riesgo (ZAR) de sufrir este tipo de siniestros el 63% del territorio extremeño, este año la superficie designada de este modo se reduce al 40%, según el Plan de Prevención de Incendios Forestales (Preifex). Concretamente, 1.546.000 hectáreas de las 4.167.000 que integran la región figuran como altamente vulnerables al fuego, pero el año pasado este tipo de declaración afectaba a 2,6 millones de hectáreas, según el listado que Desarrollo Rural presentó al Ministerio de Medio Ambiente.

Hay que tener en cuenta que cada año, en las zonas de alto riesgo no se contemplan aquellas que hubieran sido asoladas por el fuego en el año anterior. Además, aunque no existe una versión oficial, la rebaja del número de hectáreas con esta catalogación podría ser una consecuencia de las altas exigencias de prevención que marca esta calificación. Esto supone que deben tener un plan específico de defensa y con brigadas de vigilancia y extinción para cubrir los puntos más conflictivos de un municipio o zona concreta, con el esfuerzo económico que para ello deben asumir los ayuntamientos y propietarios de superficies foretales.

La cuestión es que si el año pasado el área considerada de alto riesgo de incendios afectaba a los términos de 213 municipios, esta cifra se reduce a 153 en el Preifex. Por contra, siguen siendo 14 las zonas de alto riesgo, que se encuentran mayoritariamente en el norte de la provincia de Cáceres, con nueve en total, (Gata, Hurdes, Jerte-Ambroz, Vera-Tiétar, Monfragüe, Ibores, Villuercas y Montánchez), mientras que dos de ellas (Siberia y Sierra de San Pedro) abarcan a municipios de ambas provincias, y solo tres de estas áreas se ubican íntegramente en la provincia pacense (Sierras centrales de Badajoz, Tentudía y Sierra de Siruela-Zarza Capilla).

El Plan de Prevención, que se diseñó hace un año con el fin de hacer frente a un panorama bastante desdibujado en cuanto a la prevención y extinción de incendios forestales, distingue entre estas 14 áreas que tienen un elevado riesgo de sufrir un incendio --a las que les exige un plan preventivo pormenorizado-- y el resto del territorio (el 60% de la región) en cuyo caso solo se les exige un proyecto escueto con normas básicas. Y paradójicamente son los propietarios de terrenos incluidos entre estos últimos, los que están obligados a presentar en primer lugar sus proyectos, antes del 1 de octubre, frente a los de las zonas con mayor riesgo, que tienen de plazo hasta el 28 de mayo del 2008.

POCOS PROYECTOS El caso es que hasta ahora este plan tampoco la logrado ordenar mucho la masa forestal de la región, al parecer por cierta dejadez por parte de los propietarios de las fincas --algunas de titularidad pública--. Diez meses después de que el plan entrara en vigor, solo 47 propietarios han presentado el paquete de medidas que ejecutarán en sus terrenos para prevenir o hacer frente al fuego. "Son muy pocos", reconoce el técnico del Preifex Francisco Domínguez, pero "esperamos que en septiembre se produzca una avalancha de proyectos y que en abril del próximo año suceda lo mismo", matiza. Lo cierto es que hace cuatro meses la cifra de titulares de fincas que habían presentado sus proyectos ascendía a seis.

Este plan trata de prevenir que lleguen a producirse en la región incendios forestales de la magnitud de los que asolaron recientemente las Islas Canarias o los que quemaron más de 43.000 hectáreas en la región en el 2003, el año más negro para Extremadura en materia forestal.

Sobre esta cuestión el técnico del Preifex asegura que se trata de uno de los pocos planes a nivel nacional que "regula todo lo que se puede regular" y defiende que si Extremadura aparece como uno de los puntos de España con mayor riesgo de incendios --en referencia a un estudio publicado recientemente por la organización conservacionista Adena en el que señalaba a Extremadura como una de las zonas más sensibles tras Canarias-- se debe a que "meteorológicamente Extremadura presenta una de las condiciones más adversas para la gestión de los incendios forestales en verano, tanto en su producción como su propagación" y destaca que "la política contra incendios que se sigue en la región es la adecuada puesto que cuenta con un plan preventivo y otro de extinción".