Qué pasará por la cabeza de Valverde cuando se enfrenta a la primera contrarreloj del Tour? En su asiento del autobús, el primero de la izquierda, allí donde se marea menos, donde mejor que no se acomode nadie, el murciano debió de dar vueltas y más vueltas al papel que haría sentado sobre la cabra. Antes de partir ya estaba convencido de que perdería tiempo. ¿Día negro? No. Tal vez gris como el tiempo que acompaña a la ronda francesa desde que ha comenzado. ¿Algo positivo para contar? Pues sí. El rostro de Valverde y el convencimiento, aunque suene a broma, de que él no había ido mal sino que los demás iban más rápido.

Cuando acabas una contrarreloj en la posición número 23 no está el día para lanzar cohetes al aire. Quizá para celebrar, al contrario de lo que sucedió hace un año en Albi, que sin haber cuajado una buena actuación, que no la tuvo, no se hundió, hasta el punto de que a 48,200 km/h de media mantuvo el tipo, dentro de lo que cabe y que el minuto y siete segundos cedido ante Cadel Evans, el más fuerte entre los favoritos, no es ni mucho menos para cortarse las venas porque estamos en el cuarto día de carrera y el Tour no ha hecho más que comenzar. Y, además, la buena forma del murciano no se pierde de la noche a la mañana.

TRIUNFO DE SCHUMACHER Ganó el alemán Stefan Schumacher porque, manteniendo el buen humor que nunca debe perderse, fue tan rápido como su famoso paisano de idéntico apellido y sorprendió con un resultado no demasiado esperado ante contrincantes supuestamente más diestros en el arte de la contrarreloj como David Millar y Fabian Cancellara. Y allí sí está la preocupación para Valverde, el dato que debe anotar en su agenda particular y también en la de su técnico, Eusebio Unzué. Cadel Evans, pese al nerviosismo demostrado en las etapas en línea, se mantuvo en los tiempos de los especialistas y será un hueso muy duro de roer para el corredor murciano.

"Yo estoy bien. No he pasado por ningún problema y no hay nada por lo que preocuparse". Si él lo dice, si Valverde lo afirma en un rincón de la meta, mientras espera turno para el control antidopaje, lejos de los micrófonos y de miradas indiscretas, es que será verdad y no hay que dudar de la palabra del primer líder del Tour.

DE PEREIRO A SANCHEZ Valverde estuvo discreto y el papel le costó caer hasta la 17 plaza de la general, en un pelotón separado por apenas nueve segundos que lidera Pereiro (14º, a 1.22 minutos de Schumacher) y que cierra Samuel Sánchez, tapado hasta ahora, en la 19 posición a 1.31 minutos del alemán. "Creo que he conseguido un buen resultado". De nuevo, Valverde, esta vez ya ante la nube de periodistas, casi sonriente, y con la intención de mostrar que ayer en Cholet no había pasado nada. Absolutamente nada.

Ayer, también hubo que fijarse en el papel del ruso del Rabobank Denis Menchov, el segundo favorito mejor clasificado y que rebajó un minuto al líder del Caisse d´Epargne, después de haber cedido 38 segundos el martes al verse afectado por un corte tras una caída. Si Valverde estuvo discreto, si no perdió la compostura, si esto no ha hecho más que comenzar, sí fue decepcionante la actuación de Riccò, que se dejó la friolera de 3.36 minutos en comparación a Schumacher. Y todo esto sucedió en el cuarto día del Tour sin Alberto Contador.