Como era de esperar, etapa tranquila. Fuga consentida que llega a meta. Los favoritos, a guardar fuerzas para la contrarreloj de mañana. La etapa más importante del Tour, donde se decidirá quien es el vencedor de esta edición de la ronda francesa. Ayer estuvimos cerca de llevarnos una gran alegría. Carlos Barredo pudo ganar la etapa. Estuvo allí pero no tuvo suerte. Intentó soltar a Marcus Burghardt por todos los medios sabiendo que el alemán era más rápido al esprint. Pero no pudo y se nos escapó la victoria. La nota negativa fue el registro del coche del padre de los hermanos Schleck. Quiero pensar que fue una coincidencia. Hoy, a priori, otra etapa tranquila con fuga y, ojalá, con algún español.

*Corredor extremeño del Caixanova