Desde linares: cuna del ajedrez en el siglo XX y Ciudad Mundial del Ajedrez, yo como: profesor de matemáticas de secundaria, quiero dar a conocer algunas cuestiones relativas a lo positivo de este deporte respecto al cerebro y sus actuaciones; podríamos decir como idea central que: “Si tú juegas al ajedrez es tu cerebro el que juega y es tu mente la que se ejercita”. Es por ello por lo que es tan importante este juego para ejercitar las capacidades intelectuales y mentales de la persona. Podemos también decir, tal y como afirma Teresa Valenzuela en uno de sus artículos, que las personas que juegan al ajedrez mejoran: La capacidad de concentración, el pensamiento lógico y la capacidad de cálculo, adquieren precisión a la hora de realizar tareas, aprenden a planificarse, gestionan su tiempo de forma más efectiva, optimizan la atención y desarrollan la creatividad. Según los expertos, el también llamado “Juego Ciencia” favorece la socialización y la madurez de carácter y contribuye a mejorar el rendimiento en el trabajo, en los estudios, etc. El ajedrez, por tanto, exige una gran concentración, por lo que el cerebro se ve sometido a una gran actividad; es como si lo entrenáramos con ejercicios para mantenerlo en forma: desarrollando con agilidad el pensamiento y empleando tácticas diferentes. El ajedrez siempre le va a proporcionar estrategias inmejorables. Además, el ajedrez es, a día de hoy, asignatura obligatoria en muchos colegios de: Alemania, Rusia o Estados Unidos. Muchos estudios revelan que el ajedrez favorece la mejora del rendimiento escolar y el desarrollo de la mente de los estudiantes. Lo primero que llama la atención, de los que lo practican, es el cambio en su forma de comportarse, respetando más al rival y actuando de una forma más tranquila y reflexiva… Mejoran su visión espacial y, en general, son más rápidos al procesar la información que reciben. Se sienten más autónomos y menos dependientes de sus padres, hermanos o cuidadores. Por lo tanto como conclusión podemos indicar que es muy importante este juego y deporte, y que vale la pena su promoción: como labor educativa, como labor de entretenimiento y como labor que enriquece en variados aspectos al ser humano.