La mercadotecnia definida también como estrategia comercial, promoción o propaganda y entendida como proceso de identificación de necesidades y deseos de un mercado objetivo. Así como el conjunto de procedimientos encaminados a la puesta en valor y diferenciación hacia los consumidores para la consecución de objetivos empresariales, es sin duda una disciplina interesante y cada día más indispensable en una sociedad en la que se nos inculca la competencia como valor desde que nacemos.

Viene siendo habitual la utilización de lo que se ha dado en llamar “Marketing Verde” para conjugar medio ambiente y desarrollo sostenible con la captación de mercado y clientes que incrementen el crecimiento y el valor de la empresa y con ello los beneficios y pervivencia de la misma, aún en muchas ocasiones sin tener ésta actividades relacionadas ni vinculadas a la ecología. Y es aquí donde, en ocasiones, se entra en la perversión y el uso interesado de lo socialmente bien visto.

Es ejemplo de esta utilización interesada la campaña que cada año tiene lugar por estas fechas y que consiste en plantar un árbol (o el compromiso de ello mediante una certificación) a cambio de entregar un coche. Pero, sobre todo, y con la claridad que me da ver los hechos desde dentro, ser partícipe por obligación y conocer la realidad de lo que acontece, es mi intención poner de manifiesto que una cosa es lo que se ve y se vende y, otra bien distinta, lo que realmente sucede.

Resulta que se plantarán 185 árboles el día 30 de marzo, 7.000 (nada menos!!) en los 10 años en los que se ha llevado a cabo la campaña promovida por una empresa privada, con el beneplácito y todos los medios a su disposición desde el ayuntamiento y su sección de Parques y Jardines: personal, vehículos, herramientas, planta, etcétera.

He de dejar claro que: “Ninguno de los mencionados 7.000 han sobrevivido más allá del verano siguiente a la plantación”. Por lo que, lo de “reforestar distintas zonas de Cáceres y lo de concienciar a los Niños en preservar el medio ambiente”,... tras 10 ediciones ya sabemos que no es cierto. Faltan a la verdad unos y lo consienten otros. Por supuesto, nada en contra de la iniciativa, deseando lo mejor a emprendedores y empresarios.

Tan sólo mi malestar por la ausencia de ética que supone el conocer sobradamente el futuro de tales plantaciones, nulo en todos los casos, y la continuidad del evento año tras año. Una vez más, como sucede en televisión, en política, en deporte, todo se resume a un eslogan: “Tu coche por un árbol” y a un titular de prensa “185 árboles se plantarán en la urbanización del Junquillo”.

Habría que preguntar dónde se encuentran los colocados en las 10 primaveras anteriores, en el Cerro de los Pinos, Casa Plata, Mejostilla, Cáceres el Viejo y otras zonas. Ninguno salió adelante, ni siquiera uno!. Es en esto en lo que todo queda, en el uso de lo público (incluyendo los árboles) poniéndolo al servicio de lo privado. Eso sí, con la fotografía de rigor entre promotores, autoridades y políticos, a sabiendas de la inutilidad del acto. Sres. Responsables: es una auténtica pena que sigan consintiendo semejantes “paripés”. En la seguridad de que, si el dinero que administraran fuera el suyo, actuarían Ustedes de forma bien distinta, ruego reflexionen y no entren en juegos y partidismos, mantengan la imparcialidad, la ausencia de compromisos y el interés general de todos los ciudadanos. Gracias. (Miguel Á. Morea Díaz)