Desde el mes de agosto vengo sufriendo ininterrumpidamente en mi domicilio las obras de un local comercial. Pero cuando un vecino se acerca al ayuntamiento para informarse sobre dicha obra, ¡sorpresa!, no hay licencia de obras, que no se pide hasta el mes de octubre. Pero ellos continúan trabajando. La comunidad denuncia, el ayuntamiento paraliza..., pero siguen trabajando.Se continúa denunciando, pero la alcaldía emite licencia de obras verbal, algo inexistente en el ordenamiento municipal.Por fin, disciplina urbanística emite una orden de paralización y precinto, pero el propietario, rompiendo el precinto policial --lo que es un delito--, continúa trabajando. Hartos de llamar a la policía local, de personarse ésta y desalojarlos, vuelven a precintar. ¿Cuánto durará esta vez?No somos los ciudadanos los que estamos obligados a hacer cumplir la ley, es el ayuntamiento el que debe procurar que ésta se cumpla y es la policía local la garante de que las órdenes municipales se llevan a cabo.Me encuentro indefenso en mi propio domicilio, porque para rizar el rizo, el propietario me ha amenazado e insultado públicamente.Mi conclusión: Yo no pediré jamás una licencia municipal, no pagaré impuestos... Total, ¿para qué?