Hay mucha gente que me dice demasiadas veces que no les gusta como escribo, porque dicen que soy demasiado ácido cosa que no me molesta que me digan. Pero cuando se convierten en socorridos críticos literarios, diciéndome que soy un descuidado y que no escribo nada bonito, me importa menos.Quizá haya heredado este espíritu pasivo como lo hemos conseguido todos, a golpe de espada y cañonazo, que es como nuestra historia se ha construido. Cada vez que oigo la palabra crisis se me vienen a la cabeza las mismas imágenes: colas y colas de parados, funcionarios furiosos, políticos sudando la gota gorda y un pueblo harto que ya no suda ni tinta, porque hasta los tinteros posiblemente tengan que pagar por nuestros esfuerzos…Lo peor de todo es que ves que la crisis se agudiza y nadie hace nada, y cuando digo nadie es nadie. Hemos adoptado la horrible costumbre de ser capitalistas hasta con nuestra forma de actuar, que siempre buscamos un tercero para que se ocupe de todo, hasta de nuestras culpas. Funcionarios, agricultores, empresarios, políticos… Somos todos los mismo y pero la gran mayoría no somos nada…Recuerdo las palabras de un familiar mío en plena discusión política:"Es que esto no puede ser así… Que no… Somos flamencos, pero en los bares…"Entonces me reí a carcajada limpia ante el ingenio de la frase, pero pensando ahora en ella no me vienen precisamente ganas de hacer un chiste. Tal y como hicieran en pleno modernismo gente como Serna, o anteriores como Valle-Inclán, llenaban bares donde se ahogaba todo con whisky o ron, absenta o licor, y hablaban de esto y lo otro, para después reflexionar ampliamente sobre ello. Hoy vemos bares llenos de Valles-Inclanes y Sernas con la misma oratoria pero con distinto sino…Aquellos hombres vieron peores políticos, peores funcionarios… Y vieron auténticas revoluciones políticas de manos del campesinado…Hoy nos ahogamos en un vaso de agua que empeñamos en encajar en el fregadero de otro, vemos políticos que nos llevan de un lado a otro como un galeón apestado de almas en pena y funcionarios rajados por la generalización de los que no hacen nada…Cuando me dicen que por qué no escribo bien pienso, "no es que no escriba bien y bonito, es que paso de ser como aquellos oradores de bar… No quiero caer en la pretensión de ser bueno… No quiero parecer nada… Quiero hacer y ser dinámico, y quiero cambiar. Cambiar esto ya.