Esta es la historia de una oportunidad.Todo comienza a principios del año 2006 con una promesa.Es de suponer que promesas y compromisos de este tipo son habituales dentro de las responsabilidades asumidas por los cargos políticos pero en este caso esta promesa, este compromiso iba dirigido a la parte más frágil de nuestra sociedad, a un colectivo que necesita mayor atención si cabe que el resto de ciudadanos, porque su integración, su desarrollo como personas depende de que todos asumamos como propias sus necesidades.Corría el año 2006 cuando el anterior presidente de la Junta de Extremadura, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, se comprometió públicamente a la mejora y mantenimiento de las instalaciones del Centro de Educación Especial PROA en la barriada de Aldea Moret. Este compromiso era una clara apuesta por la erradicación de la exclusión social de los colectivos más expuestos en este caso dos, el centro y el propio barrio donde se ubica. Esta decisión, que en su momento no suscitó demasiada controversia, con el paso de los meses, desgraciadamente ya años, fue generando discrepancias y desencuentros, perdiéndose en el horizonte la motivación primigenia.Pasaron muchos meses y esa antigua promesa fue reeditada por Guillermo Fernández Vara como nuevo presidente del ejecutivo autonómico.Por esa época, finales del 2007, ya era evidente la oposición frontal al mantenimiento del Centro PROA en la barriada de Aldea Moret por parte de la Asociación de Madres y Padres de Alumnos AMPA del centro PROA. Desde ese momento el AMPA ha solicitado reiteradamente que el nuevo centro debe quedar más integrado en la ciudad de Cáceres, entendiendo que tanto la ubicación actual como las opciones de reubicación dentro de la barriada de Aldea Moret nacen de la intención de mantener a sus hijos "aislados y olvidados" cita textual. Cabría recordar en este momento que Aldea Moret es un barrio más de Cáceres, y que debería ser objetivo de todos erradicar el aislamiento y el olvido del barrio y por tanto de los equipamientos que en él se encuentran.En ese momento, se iniciaron los contactos a tres bandas entre la Junta de Extremadura responsable de la gestión del Centro, el Excelentísimo Ayuntamiento de Cáceres y Caja de Ahorros de Extremadura propietaria de los terrenos donde actualmente se ubica PROA. De esos contactos, y con la premisa de partida de construir un nuevo centro y que este se ubique dentro de la barriada Aldea Moret se comienza a trabajar en la búsqueda de una propuesta viable.En cuanto a la localización del nuevo centro PROA, se estima como idóneo el solar docente existente en el Sector Rio Tinto dentro de la barriada de Aldea Moret. Este nuevo polígono residencial de Aldea Moret cuenta también con importantes equipamientos como El Edificio Embarcadero, en un intento de transformar las sinergias de exclusión y marginación que históricamente ha sufrido este barrio. Se entiende como un hecho positivo e irrenunciable de este proyecto el hecho de apostar por el mantenimiento, mejora y ampliación de los equipamientos que Aldea Moret ofrece al resto de la ciudad.Sobre las posibilidades de financiación del proyecto, una de las primeras opciones que se plantean es que sea la Caja de Ahorros de Extremadura la que afronte económicamente la construcción del nuevo centro PROA a través de la Obra Social. Se evalúan las necesidades presentes y futuras del centro y se estima que la inversión necesaria para la construcción del nuevo centro sería de unos 6 millones de euros. La entidad financiera entiende que no puede hacer frente a esa inversión desde los presupuestos de Obra Social ya que los compromisos que dicha institución tiene adquiridos con muchas otras organizaciones y asociaciones impiden detraer del presupuesto de Obra Social una cantidad tan importante. Se plantea en ese momento la necesidad de generar ingresos extraordinarios con los que abordar la operación. Se estudian las posibilidades urbanísticas del solar donde se encuentra en estos momentos el centro PROA 4 Hectáreas de Suelo Urbano, y desarrolla una propuesta de modificación puntual del Plan General de Ordenación Urbana que es presentada a la Comisión de Urbanismo del Excelentísimo Ayuntamiento de Cáceres en diciembre de 2008.Dicha Propuesta de Modificación del PGOU de Cáceres es aprobada por la Comisión de Urbanismo Municipal. En ella, se establecen los nuevos usos a desarrollar en el solar de PROA con los que generar el suficiente aprovechamiento lucrativo para poder acometer la construcción del nuevo Centro. El aprovechamiento lucrativo a materializar 40.000 m² en residencial colectivo deberá acogerse a alguno de los programas de vivienda de la Junta de Extremadura Vivienda de Protección Oficial de Régimen General, Vivienda de Protección Oficial de Régimen Especial y Viviendas Medias.Una vez aprobada en la Comisión de Urbanismo debería pasar al Pleno del Excelentísimo Ayuntamiento de Cáceres para ser aprobado o rechazado. Aquí es donde la aritmética política entra en juego, ya que las voluntades de unos chocan con los intereses de otros e impide que, al día de hoy, no se haya presentado ante el pleno dicha cuestión ante el temor de no poder lograr su aprobación. La inacción del Consistorio Municipal ante la falta de acuerdo entre los cuatro grupos políticos representados puede estancar de nuevo esta antigua promesa por tiempo indefinido, condenándola al olvido ya que la inminente aprobación por parte del Pleno del Ayuntamiento de Cáceres del nuevo Plan General Municipal PGM impediría la posterior modificación del planeamiento vigente.Llegados a este punto, es de recibo reclamar a aquellos que empeñaron su palabra y se involucraron personalmente mediante promesas en el pasado, que asuman su responsabilidad y abanderen este proyecto con el fin de dar una respuesta satisfactoria a los colectivos involucrados en particular y a toda la ciudadanía en general.Los distintos grupos políticos representados en el Ayuntamiento de Cáceres han demostrado en el pasado suficiente capacidad de entendimiento y acuerdo en cuestiones que, como esta, son del máximo interés en la ciudad, por lo que no sería entendible por parte de la ciudadanía que nuestros representantes no encontraran la fórmula para llegar a un acuerdo que permita una solución satisfactoria.Es el momento de que aquellos sobre los que queda depositada la representación de todos demuestren tener altura de miras, asuman la palabra dada y tengan la capacidad de aunar voluntades para tomar decisiones, porque de eso depende que la promesa de antaño se convierta en una oportunidad aprovechada, o por el contrario, en otra más perdida. En sus manos está.