Yo, Ignacio Rojas Pacheco de Mérida (Badajoz), comunico una sucesión de hechos que como ciudadano me indigna que hayan ocurrido y en mayor medida que sigan sucediendo, sobre todo cuando el actual ejecutivo regional lleva entre sus siglas la palabra "obrero" y que la actual situación de precariedad laboral y desempleo hacen que una persona pueda llegar a soportar una continua vulneración de sus derechos a fin de no perder una fuente de ingresos por muy escasa que esta sea.

Mi mujer fue empleada de la clínica de salud "Clínica Extremeña de Salud" en adelante CES, sita en la avenida Federico Mayor Zaragoza s/n de Badajoz durante algo menos de un año, durante ese periodo tanto mi mujer como sus compañeros sufrieron continuos retrasos en el pago de las nóminas generadas, llegando a producirse el impago de las mismas cuando, como es el caso de mi mujer, se extinguió la relación laboral.

A día de hoy, CES acumula cerca de una decena de sentencias condenatorias por impago de nóminas en los Juzgados de lo Social de la localidad de Badajoz, entre ellas la que recientemente ha condenado a CES al pago de las nóminas no retribuidas de mi mujer y que nos pusieron en una situación económica bastante precaria.

Esta situación que por desgracia no es exclusiva de esta empresa ni poco habitual, como ciudadano me indigna especialmente por el hecho de que CES tiene un concierto sanitario, que representa su principal fuente de ingresos, con el Servicio Extremeño de Salud, por el cual se derivan cientos de pacientes al año para agilizar y apoyar al sistema público sufragado con los impuestos de todos los Extremeños entre ellos los del que suscribe, y que paradójicamente esta empresa no esta al corriente de los pagos de nóminas de sus trabajadores.

CES mantiene al día, sin embargo, el pago de las cotizaciones de la Seguridad Social de los trabajadores, para así poder optar a los contratos públicos como el citado concierto sanitario, pero basta una consulta a los Juzgados de lo Social de Badajoz para observar que la vulneración de los derechos de los trabajadores de CES es continua. Sin más, reciba un cordial saludo, no sin antes solicitarle que en la medida de lo posible, las administraciones públicas revisen sus protocolos de contratación a fin de evitar que estas sirvan para sufragar el enriquecimiento desmedido de ciertas personas a costa de sus trabajadores e indirectamente a costa del resto de los extremeños.