Un día estando oculto para intentar fotografiar a la rápida y desconfiada liebre en el embalse de Valuengo, en el término de mi ciudad, Jerez de los Caballeros, pude gastar parte de mi carrete en una escena que me llamo la atención. Unos cerdos saltaron de su cerca próxima al pantano y antes de conseguir su objetivo, que no era otro que las orillas del mismo, se pararon antes de cruzar el camino que los separaba de su destino pareciendo conocer el peligro de dicha travesía, esperaron, frenaron su loca carrera, miraron y una vez percatados de la nula existencia de peligro por algún vehículo, se dirigieron hacia su claro objetivo. Con las fotografías que adjunto, creo que queda por lo menos medio claro el significado de esta curiosa situación por pura casualidad. Eso sí, lo que no tengo capacidad es si calificarlos como ibéricos puros o no, pero sobre su educación vial no hay ninguna duda. Claro está, siempre descartando que su objetivo fuera hacer auto stop.