La situación actual nos tiene que hacer pensar a los españoles. Nunca, desde que comenzó la democracia, la distancia entre la izquierda y la derecha ha sido tan acentuada, y nunca a mi entender ha habido: tanta división, tanto separatismo y tanta frustrante ofuscación. Para mí el obstinado y pertinaz “no” de Sánchez está siendo el indicio de una ruptura total; con la cual indiscutiblemente no se puede gobernar España, ni se pueden resolver los problemas, algunos muy graves de los españoles. Y haciendo historia, estos hechos, junto a algunos paralelos a ellos, nos hacen recordar por desgracia los años anteriores a la guerra civil española. Yo no viví aquellos acontecimientos, pero sí conocí a muchos, muchos; ¡y personas muy cercanas!, que patéticamente sí lo vivieron; por ejemplo mi padre que con diecisiete años, y huérfano de padre, tuvo que ir a la guerra en la que denominaron quinta del chupete o quinta del biberón. Para que se esté dando esta increíble ruptura entre los dos bloques entiendo que hay varias causas:

• Primero el odio visceral de Pedro Sánchez a Rajoy.

• En segundo lugar un deseo desproporcionado de Pedro Sánchez por ocupar la presidencia, teniendo en cuenta los votos conseguidos.

• En tercer lugar la corrupción globalizada que oscurece el panorama político y parlamentario.

• Y en cuarto lugar la presión de Podemos, que a través de esta ruptura paralizante y destructiva está intentando por todos los medios conseguir sus objetivos, que son destruir la Democracia Española y con ello España. Podemos, a mi modesto entender sólo busca: el caos, la violencia, el enfrentamiento y una división áspera que caldee y enturbie el ánimo y la paciencia de los españoles.