Ni mucho menos quiero entrar en el fondo de los temas a que se refieren las siguientes letras. Tengo mi humilde opinión, pero como tales, ni merecen ni vienen a cuento expresarlas. Al grano, se acuerdan al entrar en el poder Felipe González, dos de sus grandes premisas, eran nada de nucleares y ni en pintura pertenecer a la OTAN. Después si OTAN, y hoy un reconocido pro nuclear con sus argumentados motivos. Nunca dejando de reconocer su gran labor a favor de nuestra ansiada democracia. Después y con su borrascosa salida del gobierno, un periodo muy difuminado de la escena política, hasta que no hace mucho tiempo es nombrado nada más y nada menos que "sabio" de un consejo del mismo nombre de la Unión Europea. Y como colofón y hace pocos días lo más parecido a una comedia con toda su sorna, el gobierno andaluz, recordando mucho a los cortijos de no hace muchos nefastos años, le da el mando por sorpresa de "casi" todos, del Parque Nacional de Doñana, uno de los más importantes y emblemáticos de Europa, destituyendo a una persona coherente con dicho cargo por sus estudios, pero en este caso nada más y nada menos que al prestigioso biólogo Ginés Morata, premio incluso Principe de Asturias. Y atiendan la argumentación: "No solo por ser político, sino por ser un hombre que quiere a Doñana." ¡Toma ya!, joder con perdón y yo a Monfragüe y los Picos de Europa. Sinceramente, no es extraña la valoración que se tiene de nuestros políticos, pero este caso parece hasta cachondeo, ¿O no? ..... (*) El autor es naturalista