Las gimnastas de Antares vuelven a los primeros puestos.El sábado 27 de marzo de 2010, se celebró en la localidad de Calamonte otra de las fases correspondientes a los Juegos Deportivos Extremeños de la temporada 2009/2010.Cáceres estuvo representada por los clubes de Trujillo y Antares de la capital cacereña. Estas últimas se presentaban al nivel de Nacional Base, con cuatro gimnastas en las categorías benjamín, alevín e infantil. María Ferrándiz e Irene Yaoan Corrales obtuvieron la primera y segunda posición respectivamente. Las dos pequeñas consiguieron, rápidamente, el reconocimiento del público que acompañó con aplausos ambos montajes y premió a las gimnastas con una gran ovación al final de sus actuaciones. Resultaba evidente que se llevarían las primeras distinciones, únicamente quedaba saber en qué orden sería.Por otro lado, en la categoría alevín, Carolina Gómez presentó un montaje de pelota lleno de elegancia y dificultad. Logró la segunda posición del podium, superada por únicamente por una gimnasta de la Escuela Deportiva de Mérida. Igualmente logró el aplauso de los asistentes al final de su ejercicio, felicitada, tanto por quienes le acompañaban como por algunos asistentes procedentes de Trujillo, donde también es conocida.Como colofón para este club, intervino en la categoría infantil, Montaña Rivas, con un ejercicio de aro que le llevó hasta la primera posición, que únicamente fue seguida por otra gimnasta de la Escuela Deportiva de Mérida.El resultado final es absolutamente satisfactorio, a pesar de la segunda posición lograda por Carolina Gómez, que fue reclamada por sus entrenadoras.Nueva polémica.Una vez más las entrenadoras del Club Antares presentan una reclamación, como ya sucediera en la fase de los Judex en el nivel de iniciación, las entrenadoras de este club vuelven a pedir explicaciones por el resultado de una de sus niñas. La presidenta del comité de jueces de gimnasia rítmica de Extremadura, encargada de la puntuación en estos eventos, auxiliada por otras dos jueces, se extraña por dicha reclamación. Durante muchos minutos, fuimos testigos de un acalorado intercambio de impresiones, sin lograr llegar a un acuerdo o solución satisfactoria para las reclamantes, aunque, para entonces ya hubiera sido tarde.