No quiero ser agorero, pero cuando una situación ha tocado fondo (como cualquier poderosa embarcación emblemática) no queda más remedio que dejarla que descanse en paz, donde le corresponda: en el fondo del mar, de la memoria histórica, en la Biblioteca Nacional, hemerotecas…

Los instrumentos de los que se disponen para renovar las cosas, deben ir en consonancia con los proyectos a realizar. De nada vale utilizar herramientas del paleolítico para construir naves espaciales que lleguen a Marte. Con nuevas herramientas e ideas habrá que construir la columna vertebral de un sistema actualizado, para que sea capaz de soportar otro concepto de sociedad y estado. Necesitamos innovar con una mejor visión de futuro, que lleve el ritmo evolutivo ligado a su progresión. El sistema en el que navegamos hace aguas por varios frentes.