Un inventor extremeño patenta en España el primer lector de identificación vital. Va a suponer una revolución en el mundo de las comunicaciones con, o, través de mecanismos.Primero fue la era de la comunicación, después la de la telecomunicación con el lector de identificación vital comienza la era de la biotelemunicación.Este lector no solo nos identifica sin posibilidad de error o engaño, sino que además reconoce nuestras constantes vitales. Pudiendo incluso programarse para que no actúen en caso de exista una acción externa no deseada, y se interrumpa la comunicación en caso de que se intente cambiar la persona que hace de emisorA medida que en las comunicaciones humanas han aparecido medios mecánicos o electrónicos se han ido deshumanizando, se ha perdido sobre todo la seguridad de quien es el que emite esa comunicación. En medios tan utilizados como los teléfonos se vuelven ineficaces cuando la comunicación emitida o recibida tiene una importancia suficiente como para que sea necesario saber a ciencia cierta quien es el comunicador. Si esta identificación es segura un simple teléfono seria suficiente para, realizar movimientos bancarios, comprar o vender, o simplemente para que nadie pueda usurpar la identidad de otra persona al comunicarse por teléfono, también supondrá una liberación de los móviles ya que las compañías de teléfonos facturaran a la persona y no al terminal. La expansión de internet ofrece infinidad de posibilidades para el desarrollo de las comunicaciones humanas, aunque también generan una serie de problemas, principalmente provenientes del anonimato en las comunicaciones cibernéticas. Claves, contraseñas, firmas digitales. etc. Son violadas y usurpadas de forma sistemática rebelando su inoperancia. El identificador vital no solo será la contraseña, firma digital perfecta. Si no que además queremos que deje huella del usuario en sus peticiones de información y comunicación. Por lo tanto se habilitaran servicios y lugares de traspaso de información seguros, donde no se pueda nadie amparar en el anonimato para delinquir, agredir o usurpar la personalidad de otro. Existe otra utilización necesaria donde el identificarnos sin lugar a errores es vital y es con los mecanismos que nos sirven en nuestra vida diaria. Con lector identificativo vital da comienzo la era de la biotelemática Cuando abrimos una puerta con la llaves emitimos una orden a la puerta para que se abra con el LECTOR IDENTIFICATIVO VITAL la puerta estará programada para que solo se abra cuando identifique a aquellas personas autorizadas y que reconozca sus constantes vitales. Lo mismo sucederá con nuestra caja fuerte, vehículo, maquinaria asignada, mecanismos de nuestro puesto de trabajo, incluso el armamento.Existen lectores biométricos que quedan obsoletos como el lector de huellas dactilares, de voz, o de identificación del iris. Ninguno aúnan identificación personal fidedigna con la identificación de las constantes vitales, y la emisión aleatoria de un código identificativos de alta seguridad.