Vivo en la Sierra de Gata porque me gusta y he decidido vivir aquí. Amo el campo y, a mis 50, me sigue apasionando el ejercicio al aire libre. Recientemente decidí comprar una piragua para disfrutar con mi compañera de un deporte asequible, adecuado para mi edad y respetuoso con el medio ambiente. Pero la Confederación Hidrográfica del Tajo se empeña en poner trabas a una actividad sana y totalmente inocua: tasas, permisos que tardan meses en conceder y plazos de solicitud inaceptables....de tal forma que debo esperar al año que viene para remar, ya que este año ha pasado el plazo de solicitud de permiso. Pregunto:¿Por qué en el resto de Europa no se precisan permisos para el remo?¿Por qué gravar impositivamente algo tan inocente?¿No estaremos recortando las opciones turísticas, el deporte a los jóvenes?¿el concepto de uso de aguas de dominio público no se contradice con que el público las use?La actitud de las confederaciones ante el usuario es retrógrada, tirana y arcaica. No es de recibo multar severamente a un ciudadano que pasea por un embalse en su piragua sin causar ningún tipo de daño, y con la grave falta de no haber pagado los tributos al señor de los pantanos.