Hay explosiones internas en el planeta tierra capaces de modificar su eje de rotación. La magnitud de este fenómeno se puede comparar con la que, hoy en día, se está produciendo en las entrañas del Vaticano.

El papa Francisco, por los giros que están sucediendo en el eje principal de la iglesia católica, parece estar trasmitiendo una energía renovadora.

Este cambio, está generando una nueva luz de vida en las congregaciones y pueblos donde Dios está más presente.

Al igual que, los cambios planetarios por este tipo de fenómenos, son capaces de alargar la duración del día unos minutos, esperemos que también se alarguen las expectativas de vida en los países más pobres del planeta con esta nueva energía.