Me gustaría dar a conocer a quien corresponda, o sea, al concejal de Tráfico, la situación que se vive diariamente a la hora de salida del colegio Mª Auxiliadora en el Nuevo Cáceres. Y es que no hay derecho, que vayas a cruzar por el paso de cebra y sientas como te sube el corazón a la garganta cuando casi eres atropellado en mitad del paso con los niños de la mano.Algunos conductores, después de verse retenidos por el flujo de padres y niños en la esquina Pierre de Coubertaín con Marrakech Pasadena salen disparados por esta calle sin tener en cuenta que hay otros siete pasos de cebra que también deben respetar. En algunos casos la velocidad es considerable si tenemos en cuenta la distancia de un paso a otro. Algunos setos e incluso los contenedores de basura situados delante del paso de cebra de la esquina Marrakech con la calle Évora en el sentido de circulación, dificultan la visibilidad. Solamente, al final de la calle Marrakech, cuando sales al cruce de la estación de autobuses, encuentras unos badenes de goma en los que no queda más remedio que aflojar la marcha.¿No sería posible colocar, al menos, estas gomas cada dos pasos de peatones para evitar que algunos vehículos cogieran demasiada velocidad?El miércoles a punto estuvimos de vivir una tragedia, cuando a mi vecina de sesenta años y sus dos nietos de seis y cinco años, y cogidos de mano, casi son atropellados, un palmo faltó, por un coche cuyo conductor ni siquiera tuvo la decencia de excusarse y que volvió a arrancar a toda prisa.La mujer se tuvo que sentar del estado de ansiedad que le provocó esta situación y abrazaba llorando a sus nietos.