Desde la noche del pasado domingo está en tierras Extremeñas el presidente de la República Árabe Saharaui Democrática, don Mohamed Abdelaziz. Entre otros actos dará una conferencia Proceso de paz, situación de los refugiados y derechos humanos en la zonas ocupadas del Sahara Occidental en la Facultad de Educación de Badajoz esta tarde a las 18.30 horas y mañana martes a las 19.30 horas en el Colegio de Abogados de Badajoz.Las lecturas de esta visita y de los encuentros que tendrá en nuestra región pueden ser muchas, pero me quiero referir a una, la que nos atañe a nosotros. Se nos brinda a los extremeños la posibilidad de seguir arropando al Pueblo Saharaui y apoyando su lucha, la Autodeterminación del Sahara Occidental, proceso necesario, imprescindible y justo, que lleva en pausa desde la huída masiva de los españoles allá por el año 1975. Digo huída, porque el principal causante de la actual situación del Pueblo Saharaui es el gobierno español, al no llevar a cabo, en su momento ni ahora, un proceso de descolonización auspiciado por el tribunal de la Haya que hubiera dado fin a la última colonia africana. Al negarle ese derecho, el de la descolonización y autodeterminación, propició la ocupación ilegal del Sahara Occidental por parte de la monarquía marroquí, que aún hoy, casi 35 años después, continúa con un proceso lento, pero continuo y efectivo, de genocidio encubierto. En los territorios ocupados del Sahara Occidental los Saharauis no pueden hablar su lengua, no pueden desarrollar sus actividades culturales, deben estudiar en escuelas marroquíes fuertemente custodiadas por las fuerzas de represión del monarca marroquí para evitar que los niños saharauis a la salida del colegio griten eslóganes a favor de su Pueblo, se producen de manera sistemática detenciones ilegales como la acontecida hace apenas una semana donde se retuvo ilegalmente y se les retiró la documentación a 7 activistas saharauis pro-derechos humanos, desapariciones como la de Sidi Mohamed Dadach, recientemente condecorado con la medalla de derechos humanos del Icaba y que ha sido prisionero político durante más de 25 años, 15 de los cuales fue dado por muerto, torturas, presiones continuas, registros destrucciones ilegales de los hogares de familiares de presos políticos. Y es, en estos días, cuando nuevamente, nuestros amigos Saharauis nos ofrecen la posibilidad de hacerles ver que no están solos, que tantos años de lucha pacífica sirven de algo, que la sociedad civil estamos en contra de esta terrible y casi insostenible situación. Es hora de actuar, es hora de gritar fuerte, junto a ellos, es el momento de exigir responsabilidades, entre ellas la nuestra, que indirectamente o más bien directamente tenemos, por permitir que un Pueblo como el Saharaui lleve abandonado a su suerte durante 35 años, pues la supervivencia en los campamentos de refugiados se hace cada día más difícil y la vida en los territorios ocupados es, desde hace mucho tiempo, una tortura continua para los Saharauis.